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@JuanjeFernandez || A Víctor le gustó esto. Seguramente es lo que pasaría si el entrenador malaguista leyese este titular en su muro de Facebook. El Málaga dejó la portería a cero después de seis partidos. Una misión clave teniendo en cuenta la falta de gol de la categoría y lo importante que se puede llegar a hacer no encajar un tanto en tu portería. El entrenador estaba satisfecho al final del partido y así lo decía en sala de prensa cuando finalizaba el partido. Desde el pasado 24 de marzo, con Muñiz en el banquillo, el Málaga no dejaba su marco a cero. Fue contra el Nástic en el que a la postre fue último triunfo del técnico asturiano.
El Oviedo se marchó de La Rosaleda disparando dos veces entre los tres palos ante un equipo que no notó el jugar con un hombre menos algo más de una hora. Con la novedad de defender atacando gracias al papel de Juankar y Cifu, dos extremos más que laterales que ayer provocaron que jugadores de calidad como Saúl Berjón no oliese la pelota en el tiempo que estuvo en el césped de La Rosaleda.
Luis Hernández cumplió en su regreso al once y se le notó esa hambre que tiene el que ha perdido el puesto y quiere recuperarlo. Aprendió el Málaga de otros partidos y regaló en el tramo final la pelota a un Oviedo incapaz de derrumbar el limpio muro de los boquerones. Fue el movimiento perfecto. Un 41% de posesión para acabar matando el partido a la contra con el tanto de Cifu.
El equipo defendió en bloque