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@JuanjeFernandez || Partido clave el que se jugaba en Riazor para un Málaga que puso fin a la racha de diez partidos consecutivos sin conocer la victoria. Dos meses de competición, 1.508 horas después del triunfo logrado en Santander. Muchas cosas han cambiado desde entonces pero ninguna había sido positiva para los blanquiazules que estaban en plena caída en picado desde hace algún tiempo. El norte de España se le da bien a un equipo que con estos tres puntos evita entrar en alguno de los récords negativos de los que nadie quería oír hablar.
Fue también el final a una racha de encuentros en los que los de Víctor Sánchez del Amo merecían algo más al final de los partidos. Tres puntos que no sacan al Málaga del descenso pero que pueden significar un antes y un después en la temporada. El Dépor se queda hundido con dos derrotas seguidas tras el cambio de entrenador mientras que el Málaga mira al siguiente choque, contra el Oviedo en La Rosaleda, con aires totalmente renovados y dispuesto a poner punto y final a otra mala racha del equipo, la que le tiene sin ganar en casa en lo que llevamos de curso.