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@Danielnz97 || 17:30 horas de la tarde del cuarto domingo electoral del año, con el sol posando sobre el escudo de la zona de preferencia de La Rosaleda, cuando un padre se fotografía con su hijo mientras un hombre, sin compañía alguna, se da golpecitos sobre los muslos al son de la música que retumba en Martiricos como medida de protección en una fría tarde. Momento en el que ambos, hayan votado o no, saben ya que Adrían será baja por unas molestias musculares en su pierna izquierda y que Benkhemassa sustituirá al sancionado Keidi Bare.
Casado con la posesión, aunque sin Sánchez (del Amo) en el banquillo, el Málaga empezó a fluir. Arranque como pocos en esta campaña de Renato, al que derribaron a poco más de 25 metros del área. Juanpi lanzó, Biel falló al blocar y el propio portugués erró con un mal remate. Discurso poco moderado y muy agresivo de los blanquiazules con el 1% del partido escrutado.
Transiciones conservadoras del cuadro malacitano, que hizo un pacto con la pelota que duró hasta la legislatura del descanso. Hicham se escoró más a la izquierda que Iglesias en busca de una coalición con Mikel que no funcionó, como tampoco la del lado derecho entre Cifu y Renato, sustituido en el 37’ por unas molestias (Boulahroud). Los laterales no llegaron a línea de fondo y solo el canterano marroquí incomodó por fuera durante una primera mitad en la que Márquez, Benkhemassa y el ex malaguista Clavería fueron amonestados.
45 minutos en los que el Málaga, aunque de forma tímida, trató de meter el sobre en la urna defendida por Ribas con una buena jugada de Pacheco dentro del área, un remate de Juanpi y un cabezazo de Mikel. Con plebiscito contra el árbitro arrancó la segunda mitad por una falta peligrosa sobre Nteka. Se repitió a los pocos minutos por otra acción en el centro del campo en el que los ciudadanos desplazados a las instalaciones de Martiricos entendieron que había una mala interpretación de la Carta Magna reglamental por parte de Pulido Santana.
Al extremo de la banda derecha, un abascalizado Cifu logró apurar para centrar y enlazar con Antoñín, que la rozó sin mucho éxito. También Mikel apareció por la izquierda en un partido gobernado en solitario por los blanquiazules. Pasada la hora, justo después de un amenazante golpeo de Boulahroud desde fuera del área que paró Ribas y poco antes de que el propio Badr viera la amarilla por una dura entrada a Anderson, como ocasión más clara del partido, un centro con veneno de Hicham que Diego apostilló en el primer palo y Cortés casi consigue empujar.
Ya a partir del minuto 70, con el Fuenlabrada totalmente amordazado -salvo en algún ademán de contra- y el Málaga volcado, nuevo referéndum contra Al Thani por parte del público con una clara y aplastante mayoría absoluta. Volviendo al fútbol, Hicham le sacó la tarjeta al enmascarado Prieto en una formidable carrera y Héctor Hernández regresó a La Rosaleda. Lorenzo y Keko se convirtieron en las armas desde el banquillo local, ya en el tramo final, para superar la papeleta del recién ascendido Fuenlabrada, que resistió hasta sacar un buen empate (0-0).
Con más discusión que la previsible bajada de escaños del partido de Rivera, las encuestan podían llegar a dar, por un lado, como favorito al Málaga, con un recorrido, una trayectoria y una elevada experiencia en este tipo de batallas; y, por otro, al fresco y renovado Fuenlabrada, con una intención de votos algo mayor por esa sorprendente tercera posición en la tabla. Ni ganó el viejo, ni ganó el novato. Reparto de puntos y abstención en el colegio electoral en el que más frío hizo de toda la provincia y, probablemente, en el que menos diversión hubo dado el transcurso del choque.
MÁLAGA: Munir; Cifu, Luis Hernández, Diego González, Mikel; Renato (Boulahroud, min. 38), Pacheco (Keko, min. 88), Benkhemassa, Juanpi; Hicham (Lorenzo, min. 82) y Antoñín.
FUENLABRADA: Biel Ribas; Iribas, Prieto, León, Glauder; Hugo (Jeisson, min. 90), Clavería, Cristóbal, Anderson; Oriol Riera (Héctor H., min. 78) y Nteka.
Juanpi controla un balón mientras Antoñín se levanta // LaLiga