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@SuarezRMarca | Un delantero goleador bueno, bonito y barato, muy barato. De hecho, que acepte cobrar el salario mínimo en Segunda, que no supera los 80.000 euros brutos. Así es el retrato robot del jugador que el Málaga busca para reforzar el equipo lo antes posible. La nueva dirección deportiva comandada por Manolo Gaspar lleva pateándose campos de Segunda B desde el adiós de Caminero y de Juan Rodríguez, quienes nunca asimilaron la realidad del club. Pero a pesar de los esfuerzos, ya se han encontrado con la negativa de algunos futbolistas que, o bien cobran más en la categoría de bronce de lo que le puede ofrecer el conjunto blanquiazul, o bien no se fían del futuro de la entidad.
LaLiga, que ha exigido para enero reducir en cinco millones el actual coste de la primera plantilla, le dio permiso en la última semana de agosto para fichar a cuatro futbolistas más hasta llegar a 18 fichas profesionales, pero con la obligación de que todos ellos cobrasen lo mínimo. Así se inscribió a Sadiku, Lorenzo González y Benkhemassa. Y se intentó hacer lo propio con el meta Raúl Lizoain, pero no se le dio permiso porque su valoración era mucho más alta de ese salario mínimo. Es el mismo argumento por el que se quedaron sin ser inscritos tres jugadores con contrato en vigor: Mula, Iván Rodríguez y José Rodríguez.
Y, precisamente, aquí vienen más problemas para el Málaga. Los 5 millones que necesita sólo equilibrarían el tope salarial. Para reforzar el equipo con más jugadores, necesita ingresar más dinero para que LaLiga aumente esa capacidad de gasto. Y al margen del citado delantero a precio de coste, si eso ocurriera, la normativa obliga a hacerle ficha primero a los que ya tienen contrato. Ninguno es delantero, si bien el técnico estaría encantado de poder contar, sobre todo, con Mula y José Rodríguez, un extremo y un medio centro, posiciones que le están dando más de un quebradero de cabeza.
Tanto ellos dos como el lateral derecho, Iván, entrenan todos los días a la espera del ‘milagro’ de Año Nuevo. En caso contrario, no se pueden permitir el lujo de quedarse otros seis meses sin jugar, ni el Málaga tampoco porque les sigue abonando sus fichas, que entre los tres superan con mucho el medio millón de euros. Una cesión podría ser una buena solución temporal. Pero entonces ya no se hablaría de refuerzos sino que sería una señal más de debilitamiento en la plantilla de Víctor Sánchez del Amo.
Mula es uno de los tres jugadores del Málaga con contrato pero sin ficha federativa