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Como cofrade de la Redención de Arroyo de la Miel (Benalmádena), por lo tanto hermano de la advocación Mariana de María Santísima del Auxilio que acompaña a Nuestro Padre Jesús a su entrada Triunfal en Jerusalén (POLLINICA), la "Virgen guapa" como nos gusta llamarla en nuestro pueblo, sólo puedo condenar y opinar que me resulta execrable que unos vándalos, unos hijos de mala madre, unos animales con traje de persona, fuesen capaces días atrás de mancillar, estropear y robarle pertenencias de su ajuar a la Virgen de la POLLINICA en Alhaurín de la Torre.
Ya sé que son palabras mayores pero también lo es ultrajar a la Señora, Reina y Madre del Santísimo, y en este caso además, una imagen con unos ojos llenos de infinita bondad, una mirada entre orgullo y sufrimiento por el devenir que espera al Salvador, que no se alcanza a comprender otra definición de aquellos que se han atrevido no ya a no rezarle para que interceda por ellos ante Dios nuestro Señor, falta les hace, sino a rozarla siquiera.
En estos tiempos de locura donde en países como Iraq el extremismo islámico asesina a miles de cristianos, los que tenemos la suerte de poder opinar en libertad debemos de ser ya contundentes ante estos ataques a la Iglesia y a sus imágenes, ya sea en templos o lugares de culto, o en Cofradías o Hermandades.
Lo curioso del caso es que a mi regreso de Viena, previo paso por el Ibiza Gran Hotel, sin duda alguna el mejor de la isla ibicenca, pensaba hablarles con detalle de lo que llega a unir el fútbol y la repercusión no entendida del Málaga en el mundo árabe gracias a que Al Thani sea el propietario del club. Por las calles de la ciudad de Mozart andaba yo tan feliz con mi familia y la chaqueta de un chándal del club blanquiazul cuando un grupo de unos diez jóvenes musulmanes se giraron a ver el escudo y aplaudir al tiempo que gritaban: "Forza Málaga". Un "Forza Málaga" que les salía del alma y con una contundencia que para sí la querría Malaka Hinchas para animar en los partidos. Nuestra reacción fue de sorpresa y fascinación al mismo tiempo. En Viena y unos musulmanes de Catar, Kuwait, Emiratos Árabes, Arabia Saudí o vaya usted a saber, aplaudiendo al club de nuestros amores. ¡Extraordinario!.
Y mientras, aquí en mi tierra, ultrajan unos indeseables a la Virgen de la Pollinica de Alhaurín dela Torre: ¡Madre Mía!, qué vergüenza, te pido perdón por ellos que sin ninguna duda no saben lo que han hecho. Abrazo fuerte a mis hermanos cofrades de esta santa tierra de verdes y `moraos` del gran pueblo de mi amigo y alcalde Joaquin Villanova.