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Y los aficionados del Málaga estallaron en un cántico a pulmón abierto contra Al Thani y la directiva. No les falta, ni se la voy a quitar, al contrario, ni una pizca de razón. Es más, entiendo y comparto su frustración porque también es la mía. Son demasiados partidos, nueve de once posibles, sin anotar un solo gol, y viendo cómo equipos que no se merecen el triunfo se lo terminan llevando porque los errores blanquiazules penalizan demasiado.
Demasiada paciencia, tres años ya, han tenido con un propietario que miente más que tuitea. “La época del cambio”, “lo mejor está por llegar”, “no hay más malaguista en el mundo que yo”… y así podría seguir hasta el último “muy pronto en Málaga” de hace un mes. Ojalá que venga pronto, Sheikh, ojalá. Así verá de primera mano el esperpento en el que ha convertido este club y que aquí ya no se le quiere ni tiene nada que hacer. Regálele drones y cochecitos teledirigidos a sus niños en vez de ponerle como figurines de un club en el que ni pinchan ni cortan, pero del que reciben un buen dinero por sus carguitos.
Porque aquí los que ordenan y mandan son Casado, sus compañeros de directiva y Husillos. Y ellos, sobre todo el Director General, han quedado retratados en los últimos meses. Desde vender el alma al del fondo de inversión -que sólo hay uno, el de Kabchi, no tres- hasta intentar arrinconar, aunque se lleve por delante a Shatat, a Al Thani para que venda el club a los chinos, intentando ocultarle la mejor oferta de otro grupo angloamericano. Y luego, cuando el jeque dice que nones, recula para agarrarse a su sillón y donde dijo “digo” decir entonces “Diego” y que Al Thani y sus hijos son la mejor apuesta para el futuro. Temblando estoy.
A todo esto, el que se perdió la bronca del respetable público malaguista es Husillos. ¿Qué pasa, que sólo hay mirlos blancos en Argentina y en Uruguay? ¿No hemos aprendido nada de Rescaldani, Pablo Pérez o, aunque sea panameño, de Chen? ¿No hay otros países o, sin salir de España, jugadores competitivos en Segunda que no están en Primera porque los agentes y presidentes prefieren apellidos exóticos? Mirad el Eibar dónde está con esos que, supuestamente, no valen y son tildados de retales.
Pero el problema de todo esto es que ni Al Thani ni Casado ni los directivos ni Husillos están cerca de abandonar el Málaga. Como en aquella comedia titulada "No me chilles que no te veo", harán oídos sordos, mutis por el foro y culparán a otro. Porque cuando la afición se vuelve hacia el palco, cuando pide dimisiones, el que cae es el del banquillo. Y claro que Gracia tiene su cuota de responsabilidad porque el equipo no funcione. Pero no tiene la culpa de que no tenga extremos que desborden, centrocampistas que organicen o delanteros que fallen goles cantados. Cierto que no necesita palmaditas en la espalda para hacer su trabajo, pero tampoco necesita puñaladas traperas. Y van unas cuantas en las últimas semanas.