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Pues la verdad es que el Málaga, frente a los hombres de Paco Jémez, logró recuperar buena parte de la suerte futbolística que le había abandonado en casi todo lo que va de campeonato liguero. Tal y como se desarrolló la primera mitad y merced al gol tempranero del veleño Javi Guerra, todos los fantasmas se aparecieron de nuevo a la parroquia malaguista y al plantel que entrena Javi Gracia.
Sin embargo, pasado el arreón inicial del Rayo Vallecano, el cuadro malaguista se asentó sobre el terreno de juego y, aunque no llegó a rematar ni una sola vez entre los tres palos, supo controlar la efusividad del fútbol rayista.
La segunda mitad fue otra historia. Gracia se dio cuenta de que con Duda no podía lograr un fútbol más fluido cerca de los dominios del cuadro vallecano y decidió jugárselo a la carta del encuentro de ida y vuelta. La cosa, al igual que el día de la Real Sociedad en La Rosaleda, salió bien. Primero, llegó el gol de Charles, que fue fundamental ayer; y luego, el tanto de Cop, otro que pide paso. Recio aportó algo más de consistencia al centro del campo y ello fue suficiente para que el Málaga encontrase el camino del gol fuera de casa y su primer triunfo lejos de La Rosaleda esta temporada.
No fue un encuentro para enmarcar, desde luego, pero han obtenido tres puntos vitales en el devenir de la permanencia. Si los blanquiazules logran llegar a los 20 puntos antes de acabar la primera vuelta tendrán mucho ganado de cara a la segunda parte del campeonato.
De momento, asoma un "Rayo de esperanza", lo que no es poco con la que está cayendo.