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Ignoro si es suficiente para la afición malaguista teniendo en cuenta como estaban las cosas deportivamente para el Málaga CF hace algunos meses. Tengo claro que el objetivo de la permanencia, en un club cuyo propietario no invierte un euro desde hace cinco temporadas y que vende sus principales activos para evitar el descenso administrativo de categoría desde hace dos ejercicios por orden expresa de la LFP, resulta un milagro evidente.
Lo que no me cabe la menor duda es que para la quinta capital de España es un logro menor e insuficiente. No sólo es culpa del máximo accionista, claro. Una ciudad como la capital de la Costa del Sol no puede tener poco más de 20.000 abonados si quiere pelear con los grandes y por la competición europea.
Las otras capitales españolas de nivel tienen dos clubes en la Liga de las Estrellas y algunas cuatro. Un solo club andaluz como el Sevilla FC casi nos triplica el número de abonados y aún hay otros casi 30.000 abonados en la misma ciudad en el Real Betis. Fijarnos en el Valencia CF, ciudad similar a Málaga, es casi abochornarnos. E incluso Zaragoza, con su club en Segunda División, cuenta con más apoyos. Sobre Madrid y Barcelona mejor no opinar. Obviando a los dos grandes, Atlético y Espanyol también superan en número a la masa social malaguista.
En definitiva, cuando analicemos las causas por las que el Málaga CF no pelea por la Europa League o la Champions conviene recordar la apuesta que los malagueños hacen realmente por su club, que queda muy lejos de la que realizan para apoyar a sus clubes los ciudadanos de otras ciudades importantes de España.
Luego, es evidente que hay otras circunstancias de las que no es ajeno en su responsabilidad Abdullah Bin Nasser Al Thani, pero la ciudad y los malagueños deben reflexionar sobre qué clase de club quieren. Si uno menor y conformándose siempre con la permanencia o lo contrario y más adecuado para la capital costasoleña.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.