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La tarde del Camp Nou dio para mucho. De manera especial, para un Juande Ramos que tácticamente se merendó a Luis Enrique. Sin olvidarnos de la opción de Juankar que podría haberle dado los tres puntos a los malaguistas. Aun así, el empate sirvió para que el Málaga CF firmase otra página hermosa y épica de su reciente historia por la Ciudad Condal, solo que esta vez aguantando al trasatlántico blaugrana casi media hora con solo diez jugadores.
Luego, por obra y gracia de un colegiado del Villarato, De Burgos Bengoechea, los costasoleños tuvieron que soportar el vendaval final catalán con nueve futbolistas sobre el terreno de juego. El "colegiado" pudo cargarse el partido y decantarlo a favor de Luis Enrique y los suyos con una injusta expulsión, la de Llorente, que a todas luces fue una roja incomprensible. No conforme con ello, y tras conceder un descuento de ocho minutos, también expulsó a Juankar, lo que provocó que los malacitanos jugasen casi tres minutos en clara inferioridad numérica.
El motivo de la expulsión, por lo redactado en el acta, suena a broma si no fuese por lo grave de la decisión. Pero la tarde también nos ofreció a un Kameni imperial, inconmensurable, en una segunda juventud incuestionable y con casi toda seguridad dejándonos la parada de la temporada tras un excepcional remate del brasileño Neymar. Sin duda alguna, el camerunés fue el gran protagonista del partido. De paso, el Camp Nou reconoció como propio a uno de los suyos: el nueve blanquiazul Sandro. Ovación de gala cuando fue sustituido por En-Nesyri.
Los azulgrana reclamaron gol legal de Piqué tras un remate en fuera de juego de André Gomes. Llevaban razón en el remate final de este pero no en el inicio de la jugada donde al menos dos futbolistas del Barça estaban en posición antirreglamentaria.
Debutó en la Liga Santander Luis Muñoz y los malaguistas estuvieron al borde de la alineación indebida por exceso de futbolistas profesionales sin ficha sobre el césped del coliseo barcelonista. Un día inolvidable para el chaval sin ninguna duda, como lo fue también para Miguel Torres, que se erigió en el líder de la zaga junto a Llorente y a Mikel Villanueva.
Al final del partido queda también la reflexión de un Piqué en presidente más que en futbolista reconociendo que "no tenemos excusa, nuestro presupuesto y nuestra plantilla es enorme al lado de la del Málaga CF". Pero sobre todas las cosas nos dejó un equipo solidario en el esfuerzo, trabajado defensivamente hasta la extenuación para aguantar el envite de un rival que solo se queda en saldo cero de goles frente al club de Martiricos. Una factura sería, como ya advertí, de dos expulsados y un Kameni casi lesionado.
Eso sí, un punto de oro de los que te dan permanencia mental en la categoría e igual también el sueño europeo. En definitiva, un equipo apelando a la épica y un Juande Ramos que, pese a ser cuestionado por muchos, sigue haciendo los deberes y plantando cara a los grandes. Ahora, a disfrutar de la resaca y a pensar en el Deportivo de La Coruña. Con ese triunfo este punto valdrá su peso en oro.