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Primeros compases del verano en clave futbolística y aunque servidor haya estado de vacaciones hasta hoy, tiene claro algunos conceptos sobre los temas que ya se han ido poniendo sobre la mesa. Antes de hablar del primer amistoso ante el Sheffield o de la salida de Camacho al Wolfsburgo, quiero dar 23.000 veces la enhorabuena al club y sus aficionados. No hace mucho lo comentaba en antena, la ilusión este año viene de serie. Se han ido los dos pilares de la temporada pasada y sin que nadie hable de Europa, nadie lo pidió el año pasado, el malaguista ha renovado su abono. Es cierto que estaría todo mejor con un estadio con capacidad para 50.000 personas y que siempre estuviese lleno. Pero la realidad es que el crecimiento del club está ahí y el trabajo del equipo de Marketing colocando los segundos abonos más baratos de LaLiga en el momento de máxima ilusión por Míchel ha sido de sobresaliente.
Europa está lejos. Es la realidad, dura para quienes como yo somos inconformistas en todos los aspectos de la vida. Me gusta ganar hasta en la brisca y cuando no puedo me enfado. Habrá quien no entienda esto, pero no tiene importancia excesiva. Míchel ha apostado por algo que engolosina tanto como un puesto clasificatorio. El buen juego. No me importa ver al Málaga el duodécimo si la idea que se intentó poner en marcha en el primer amistoso en Coín sale a flote durante el curso.
La camiseta me gusta y aunque lo de diseño original quizás le queda un poco grande, es de las más bonitas que ha tenido el Málaga en las últimas temporadas. No pasa nada si no te gusta o si te encanta, al final la camiseta es un elemento que nos une en la grada y que sea cómo sea siempre acaba teniendo una buena acogida. Me mantengo expectante para saber si el león aparecerá finalmente en la segunda o tercera elástica. Mientras respeten la primera camiseta y el equipo logre sus objetivos como si quieren experimentar poniendo la Torre del Oro en la pechera de las otras dos.
De Camacho solo se puede decir que ha sido elegante hasta para salir. Me ha gustado porque el culebrón no duró más de dos días y así, quieras o no, duele mucho menos al aficionado. El seguidor blanquiazul está resignado con las salidas. Sabe que las habrá casi siempre y por eso cada vez va haciendo menos mella en la moral de la tropa.
Los fichajes me molan. A Borja Bastón le vi movimientos de puro delantero de área. Si afina la puntería y llega a por lo menos 10 goles habrá estado justificado la apuesta económica de Arnau en una simple cesión. Baysse tiene mando, ojalá sus rodillas le sigan el rollo. No hay unos nombres tipo Sandro, Keko o Jony que hagan que el malaguista se vuelva loco, pero mejor. Aquí en Málaga las expectativas siempre son una losa en tu contra. Ahora queda rematar la plantilla, ver al equipo rodarse por Holanda, Alemania y el Carranza y empezar flirtear con la imaginación de la primera jornada en feria y tres puntos que todavía no tienen rival. Me gusta este verano, me gusta este Málaga.