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No cabe ninguna duda de que el Málaga CF jugó el peor partido de la temporada hasta ahora en el Martínez Valero. Y no lo afirmo por la derrota sino por la forma de producirse. Una cosa es perder y otra muy distinta hacerlo frente a uno de los peores equipos de la categoría a la hora de defender a balón parado. Que se repliega de pena y que en ataque necesita de muchas ocasiones para hacer gol.
Sin embargo frente a los de Muñiz les salió casi todo redondo pasados los minutos iniciales. Y fue así porque los malaguistas no encontraron su ritmo en todo el partido pasados los minutos iniciales. Quedó demostrado que un puesto tan importante como el de la portería no puede ser ocupado por un jugador que apenas haentrenado en tres dias.
Munir ha salvado al equipo en varios partidos pero anoche dio la impresión de estar aún con su Selección. El segundo gol que encajó por su palo, tras espectacular lanzamiento de Borja, dejó claro que anoche no estaba para jugar. Los demás tampoco es que estuviesen mucho mejor desde luego pero al menos algunos lo intentaron en la segunda mitad.
Cierto es con escasa fortuna ante un Elche que peleó por cada balón como si le fuese la vida en ello. Mostrando las carencias en defensa, sobre todo en el lateral derecho blanquiazul, y dejando en evidencia por el eje de la zaga a Pau e Iván Hernández en más de una ocasión. La teórica suficiencia malacitana saltó por los aires y la aparente inferioridad ilícitana fue una trampa moral para los blanquiazules. No todos los partidos se van a remontar ni todos los rivales se van a replegar hasta perder el encuentro.
La lectura de este envite es que hay que seguir peleando para devolver el club de donde nunca debió salir pero sin perder la humildad y con mucho trabajo.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.