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El fútbol tiene estas cosas. Cuando más difícil estaba y más se alejaban los tres puntos para los malaguistas en Son Moix, apareció Cifu para devolverle el aliento al Málaga CF. Justo premio para un obrero del fútbol que se deja el alma en cada encuentro aunque su calidad técnica no sea lo que mejor le define.
Estaba escrito que la Resurrección malacitana podía llegar de la mano del que otrora fuese el hermano mayor blanquiazul. Y así fue. Ésto permitió a los de Juan Ramón Muñiz quebrar una racha negativa que ya duraba demasiado fuera de casa y que empezaba a emborronar los triunfos en La Rosaleda. De tal guisa que quien más y quien menos ya tenía la mosca detrás de la oreja respecto a las opciones reales para el ascenso.
El partido fue de ida y vuelta durante muchos minutos. De los que no gustan nada al técnico asturiano pero entretienen a la grada. El gol de Harper, tras un remate de un excelso Adrián en las Islas Baleares, puso en franquicia a los de la capital de la Costa del Sol, que bien pudieron adelantarse en el marcador mucho antes. Cierto es que el RCD Mallorca gozó de ocasiones para haber marcado también, pero su nulo acierto en ataque o las apariciones de Munir lo evitaron. Y aquí pongo un punto y aparte.
¡Al fin, albricias!, Dani Pacheco cuajó un partidazo y fue decisivo en el control del juego costasoleño así como en el manejo de los tiempos. En la segunda mitad se vieron oportunidades para ambos equipos aunque el cuadro balear pareció mejor posicionado sobre el terreno de juego. Fruto de ese domino y de que los malacitanos no cerraban el partido llegó el gol del empate de Alex López.
Sin embargo a Muñiz aún le quedaba una bala en la recámara. A la testiculona imponente de Fede Ricca se le sumó la calidad de Ontiveros, y si bien no acertó a marcar tras un pase entre líneas de Blanco Leschuk, que manera de pelear, si lo hizo de cine para asistir a Cifu. Su pase fue imponente y el lateral malaguista cerró un encuentro favor del Málaga CF, mucho más importante por lo que significa anímicamente para el equipo que por el juego en si. Tres puntos de oro y a seguir soñando con el necesario ascenso.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.