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Lo fácil y lo sencillo es ponerse de perfil, despotricar del entrenador, llamar mercenarios a los futbolistas y arrearle periodísticamente a todo lo que se mueva en el club blanquiazul. Además de ser lo cómodo, igual es que se lo merecen y todo. Sin embargo no quiero apartar la vista de la realidad matemática y del buen primer tiempo que los de Juan Ramón López Muñiz jugaron frente al sólido líder de la categoría: Atlético Osasuna. En circunstancias normales el Málaga CF debería haberse ido al descanso con una ventaja mínima de dos o tres goles a cero. Las ocasiones falladas, en especial la de Renato por chupón, y el dominio del centro del campo así como el juego de Adrián, N’Diaye u Ontiveros merecieron mejor premio.
Para contemporizar estuvo un colegiado que permitió demasiado juego duro a los pamplonicas, que tanto en El Sadar como ayer en La Rosaleda contaron con el favor arbitral en cada una de las jugadas complicadas del encuentro. Y luego están las matemáticas. Tras esta jornada los costasoleños siguen cuartos, en puestos del play off por el ascenso, a siete puntos más el gol average con los navarros y, a sólo seis puntos del Granada CF. Al estadio nazarí hay que ir, por lo que la distancia se puede queda en solo tres puntos y se podría recuperar el gol average. No hay nada imposible pues.
Después uno ve la segunda parte, con la narración de mis compañeros de Radio Marca Málaga, porque escuchar a Sarabia o a los incompetentes de la retransmisión televisiva de anoche apoyando sólo el juego osasunista daba grima, y se te viene el mundo encima. Muñiz leyó mal el segundo periodo, tardó en leer los cambios y lo hizo muy tarde. Los cambios no aportaron nada bueno al equipo y la salida de un Ontiveros reventado terminó de hundir el juego de ataque malacitano. La defensa fue un coladero con las contras pamplonicas y aquello pudo terminar en goleada sino hubiese sido por Munir. Pero pese a todo hay que seguir creyendo.
Para los que piden el cese del asturiano, les sería muy recomendable recordar que a Muñiz habrá que agradecerle siempre que firmase por un club hundido, sin un equípo hecho a base de talonario y con una entidad deportiva al borde de la ruina. Se equivoca como todo el mundo claro, pero con este grupo de jugadores pelear por el ascenso es un milagro y quien diga lo contrario miente. Queda Liga 123, hay opciones y han de pelearse. Lo demás son ganas de negar la evidencia y la enorme pobreza que con el natural desdén de un Jeque “ruina” sufre el club de la capital de la Costa del Sol.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.