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Objetivo cumplido. A falta cuatro partidos para la conclusión de la Liga en la División de Honor Plata, el Trops Málaga ya ha certificado su continuidad, una temporada más –será la tercera– en la segunda categoría del balonmano nacional. Gracias a su triunfo cosechado este sábado, en el pabellón Fray Francisco Baños del colegio Los Olivos, frente al Handbol Bordils, por 20-16, el cuadro blanquiazul seguirá una semana más líder del grupo de permanencia, y lo que es mejor, los pupilos de Quino Soler ya han conseguido la salvación virtual con holgura, ya que aventajan en nueve puntos al primer equipo que marca el descenso, el Ikasa Madrid, aunque este tiene un partido menos. El encuentro ante el Bordils se vivió con intensidad en los minutos finales, tanto en la pista como en la grada.
Y es que al conjunto catalán le urgía sacar adelante los dos puntos para intentar salir de la quema, mientras que los costasoleños querían amarrar el choque para sellar la permanencia ante su público. Eso sí, el Trops estudió muy bien al adversario durante toda la semana previa al envite y sabía que su rival no se lo iba a poner nada fácil, ya que venía a Málaga a quemar uno de sus últimos cartuchos para la salvación. Asimismo, y por si fuera poco, el cuadro local tuvo que sobreponerse a las bajas de Vidal, Quintana y Artés, aunque la noticia positiva fue, sin duda, la reaparición de José Antonio Consuegra, quien fue operado el 24 de noviembre del pasado año del menisco externo de la rodilla derecha por el doctor Alejandro Espejo.
El regreso del central sevillano fue celebrado por los aficionados, pues su concurso con el equipo era muy esperado, dado que se trata de uno de los pilares fundamentales de la escuadra malacitana. En cambio, su aportación se vio truncada hace ya seis meses, a causa de la referida lesión de la que, por fin, ya se ha recuperado, pese a la gravedad. Por cierto, Consuegra salió unos minutos en ambos tiempos y cumplió, dirigiendo la batuta y anotando con tres goles. El partido frente al Bordils se encaminó al descanso con escasa anotación. El Trops, que ya ganó a los gerundenses a domicilio por16-25 en la primera jornada, tuvo un mal comienzo.
El conjunto blanquiazul salió dormido a la pista, permitiendo a su rival desplegar su juego rápido y acometer muchos lanzamientos desde posiciones cercanas a su meta, mientras que en ataque, el equipo malagueño andaba falto de definición. Era más que una evidencia que le costaba encontrar el camino del gol. Y es que varios disparos de los chicos de Quino Soler se fueron por encima de la portería defendida por el cancerbero Mach. Esto permitió al Bordils tomar el pulso del partido desde el comienzo hasta que llegó la remontada local pasado el ecuador de la primera mitad. Desde entonces, y hasta el 22:14, el Trops pudo reponerse del inicio en tromba del Bordils, hasta el punto de que consiguió igualar la contienda (8-8), gracias a que la defensa dio un paso adelante para no permitir lanzamientos de proximidad y, por supuesto, al acierto, una vez más, del portero Jorge Oliva, que salvó varias acciones claras de gol.
Aunque lo más difícil se había conseguido –llegó a ir perdiendo de tres goles de diferencia–, el Trops no pudo evitar irse al vestuario sucumbiendo por la mínima (9-10), dejando todo por decidir para el segundo acto. Reanudado el envite, el Trops se puso por primera vez por delante de marcador nada más comenzar. Así, en apenas dos minutos, ya ganaba por 11-10, con goles de Pablo Fernández y Armada. Sin embargo, y aunque parecía que el cuadro malagueño sería capaz de aumentar su ventaja, el Bordils, fiel a su estilo de entrega y movimientos rápidos, volvió a igualar el resultado e incluso a ponerse por delante. Al Trops le costaba un mundo marcar. De hecho, en 18 minutos, solo fue capaz de anotar cuatro dianas, unos números ciertamente muy pobres para sacar adelante el partido.
En cambio, y pese a esta circunstancia, el Bordils era incapaz de escaparse en el electrónico, dejando vivo al Trops para la recta final. Así las cosas, los últimos diez minutos se alcanzaron con el resultado de 14-15, y 30 segundos más tarde, llegó la igualada (15-15), tras anotar Pablo Fernández. Seguidamente, el Bordils disfrutó de un lanzamiento desde los siete metros, que atajó Oliva, además del rebote, y, de nuevo, Pablo Fernández marcó su cuarto gol particular hasta ese momento para poner el electrónico en 16-15. El Trops reaccionó a tiempo. Había mayor intensidad en defensa y en ataque, al fin, buscaba el desequilibrio que le permitía ver puerta. Esto, unido al cambio de intensidad –metió una marcha más–, permitió a los blanquiazules abrir brecha de tres goles de diferencia (18-15) en el 25:52, una ventaja que incluso aumento en los instantes finales, después de concluir el choque con el resultado de 20-16.