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@SuarezRMarca | Han sido 42 jornadas de lucha titánica para esto. Para jugártelo todo a una carta. Para tener el premio de volver a la liga que de verdad importa e interesa. Para que los ingresos de un club puedan aumentar en 50 millones de euros o para ver con peligro cómo las arañas se apoderan del vacío de billetes. Esta noche, en Riazor, Deportivo y Málaga, ambos descendidos la pasada campaña, se juegan el primer encuentro de la promoción de ascenso.
En el Málaga andan con la confianza por las nubes después de la racha de cinco victorias consecutivas logradas. El nivel físico y el táctico, la seguridad defensiva y el acierto ofensivo son claves en un equipo que ha ido a velocidad de Fórmula 1 desde la llegada de Víctor. Cierto que pierden a N'Diaye y que tampoco han recuperado a Cifu y a Juankar. Pero cada vez que ha habido alguna ausencia el sustituto se ha salido del mapa. Que le pregunten a Boulahroud, que incluso apunta a titular.
Enfrente, un Deportivo que también ha sufrido muchos altibajos, que también tuvo que cambiar de entrenador porque las cosas no iban como se esperaban, y que también sueña con ascender porque ha completado un gran final de campaña. Martí, además, recupera a su mejor goleador, Quique González, una vez solventados sus problemas físicos. Eso y el apoyo de un Riazor que estará a reventar son motivos de preocupación visitante.
En la fase regular, en ambos encuentros, firmaron tablas. Habrá que ver si en estos playoffs, sin colchón en el que guarecerse si hay un mal día, alguno es capaz de romper esta igualdad.