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Cortes de la Frontera celebra sus XXII Jornadas Micológicas, las más antiguas de la provincia. Declaradas Fiesta de Singularidad Turística Provincial, se celebrarán este fin de semana, 3 y 4 de febrero, con el apoyo de la Diputación de Málaga.
Así lo ha dado a conocer el vicepresidente y diputado de Medio Ambiente, Turismo Interior y Cambio Climático, Cristóbal Ortega, junto a la concejala de Cultura de Cortes de la Frontera, Carmen Gutiérrez, y la presidenta de la Asociación Micológica y Medioambiental SAEPO, Beli Casillas, durante la presentación de este evento que se celebra desde 2002 para dar a conocer la gran variedad de hongos y setas que se desarrollan en Cortes de la Frontera gracias a los distintos ecosistemas de este municipio de la Serranía de Ronda, como el alcornocal, el quejigal, el pinar, los encinales, los bosques de ribera y los pastizales.
La concejala de Cultura ha explicado que las jornadas comenzaron realizándose en el mes de noviembre, pero en los últimos años, debido a la falta de lluvia, se han retrasado a enero y este año han tenido que posponerse hasta comienzos de febrero. Pero, a pesar de la escasez de lluvia, es posible encontrar en el municipio especies como níscalos (Lactarius deliciosus), trompetillas amarillas (Cratarellus tubescens), amanitas (A. rubescens, A. citrina o A. gemata), alguna lengua de vaca (Hydnum repandum) o incluso chantarelas (Cantarellus subpruinosus), además de otras menos conocidas como las Helvellas o los Cordiceps.
El programa de las jornadas incluye ponencias ofrecidas por especialistas nacionales en micología. Además, habrá salidas al campo, talleres de clasificación y cultivo, rutas del micoteo o micotapa, cocina en directo, degustaciones, concursos fotográficos y exposiciones, además de música en directo, ludoteca y actividades para los más pequeños, todo ello con el objetivo de mostrar al público la importancia de los recursos micológicos por su función ecológica, su micodiversidad, sus aplicaciones medicinales, su comercialización, su cultivo, su uso recreativo o gastronómico y sus usos como aprovechamientos forestales no maderables, además de explicar su toxicidad y la legislación que los regula.