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La apuesta decidida del equipo de gobierno por la puesta en valor de todo el patrimonio histórico y cultural “no tiene precedentes”, destacando los últimos trabajos que se están realizando en la Villa Romana de Torremuelle y la inclusión de Benalroma en esa hoja de ruta por el gran valor histórico que tiene este enclave, desconocido por muchos vecinos y visitantes al permanecer oculto en plena costa.
El alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, ha mostrado su firme compromiso por seguir una hoja de ruta sin precedentes en el municipio para la puesta en valor y recuperación de todo el patrimonio histórico y cultural del municipio. A los trabajos de adecentamiento, seguridad y recuperación de la Villa Romana de Torremuelle y otros lugares de su enclave en el que se está trabajando, o la rehabilitación del entorno del Yacimiento de Los Molinillos, se suma también la intención de sacar adelante un proyecto que recupere para el municipio el legado de Benalroma.
El primer edil ha visitado estos días dicho yacimiento arqueológico con el objetivo de valorar in situ las líneas de trabajo a seguir junto a los técnicos especialistas del Ayuntamiento y la edil de Cultura, Jésica Trujillo. El objetivo que persigue Juan Antonio Lara es el de hacer realidad la puesta en valor de uno de los yacimientos romanos único del municipio, décadas y décadas cerrado tras ser descubiertos hace 40 años, y desde entonces, sin abrir jamás al público, unos restos arqueológicos de una de las dos villas que hacia el siglo I d.C. (hace 2000 años) ocupó la costa de Benalmádena.
Los primeros restos conocidos como Benalroma, situados en la Avenida Las Palmeras, se descubrieron en los años 80, cuando un equipo de arqueólogos de la Universidad de Málaga (UMA) identificaron una serie de estructuras relacionadas con la parte lujosa de una villa romana, donde se estima vivió su propietario. Específicamente, según detalla el equipo técnico municipal, se trata de la zona ajardinada en cuyo centro se localizó una especie de fuente alargada, denominada euripus, de considerable longitud, que a través de una serie de pequeñas piletas y canales, conducían el agua en cascada hasta la playa.
Esta gran estructura a modo de fuente, es un eje central de los restos arqueológicos conservados que revela la importancia social y económica del propietario que habitó dicha villa marítima, ricamente decorada con mármoles, estucos de color rojo, teselas y conchas marinas; rodeada de flores y plantas en el que el sonido del agua de estas fuentes y las vistas al mar Mediterráneo convertían el espacio en un lugar privilegiado de descanso y disfrute en aquella época.
Durante la visita, el alcalde y la edil han podido comprobar el potencial de dichos restos arqueológicos, ya que ocupan toda la planta subterránea del también llamado edificio Benalroma, analizando las deficiencias actuales de conservación, las diferentes intervenciones realizadas a lo largo de los años y estudiando los espacios y recorridos para acercar parte del pasado romano de Benalmádena a vecinos y visitantes, pero hacerlo en una apuesta decidida por convertirlo en enclave único para vecinos y visitantes.
El poder añadir al itinerario arqueológico e histórico este espacio como implementación al Centro de la Historia y los restos arqueológicos de Los Molinillos, que pertenecen a la zona industrial de esta misma villa de Benalroma, permitiría aglutinar un recorrido arqueológico por la historia romana de Benalmádena que funcionaría como atractivo educativo y turístico de alta calidad.
Así las cosas, el alcalde ha pedido a todo su equipo que estudie la redacción de un proyecto museológico junto a un equipo de expertos de relieve para la redacción de un proyecto básico y de ejecución de puesta en valor, donde se planteé su restauración, la creación de posibles pasarelas, correcta iluminación, arreglo de instalaciones con el objetivo de acometer el impulso de este enclave, de no ser posible con fondos propios de las arcas municipales, a través de subvenciones relacionadas con la recuperación del patrimonio histórico.