Compartir esta publicación
El pasado lunes, buena parte del país vivió un apagón eléctrico que dejó sin suministro a miles de hogares y negocios durante horas. En ese contexto, el Hotel IPV fue una excepción: el hotel mantuvo todos sus servicios funcionando con normalidad gracias a su potente sistema de energía alternativa. El secreto está en un grupo electrógeno industrial de alta capacidad, instalado para dar cobertura no solo a los servicios mínimos, sino también a zonas como la cocina, el spa, las áreas comunes y los sistemas de climatización. Una infraestructura que va mucho más allá de lo habitual en el sector hotelero. “Para nosotros era importante que los clientes no notarán nada. Aunque fuera una situación excepcional, el hotel tenía que seguir funcionando como siempre”, señala el CEO Nacho Pérez Valero.
Una visión que se adelantó a su tiempo Durante la construcción del hotel, hace ya 20 años, fue el padre de Nacho, entonces al frente del proyecto, quien tomó la decisión de instalar este generador sobredimensionado, a pesar de que muchos lo consideraban innecesario. Aquel gesto, fruto de la previsión y del compromiso con ofrecer un hotel preparado para cualquier circunstancia, se ha demostrado clave dos décadas después. “Fue una decisión visionaria por parte de mi padre. En su momento, no todos comprendieron su alcance, pero el tiempo ha demostrado que fue clave para garantizar la continuidad operativa del hotel. Situaciones como la vivida la semana pasada confirman la importancia de mantener estándares altos en infraestructuras críticas dentro de un negocio como este.” Comenta Nacho Pérez Valero. Una decisión que da seguridad En la mayoría de los hoteles, los generadores eléctricos están pensados para cubrir sólo lo imprescindible (luces, bombas de agua o sistemas de seguridad) y durante unas pocas horas.
En cambio, el equipo del Hotel IPV tiene 660 kVA de potencia, suficiente para mantener operativo un hotel de 285 habitaciones incluso durante varios días, si fuera necesario y con total seguridad. Este diseño responde a una decisión estratégica: no dejar ningún servicio atrás en caso de emergencia. Así, durante el apagón, el hotel pudo seguir ofreciendo sus servicios sin alterar la experiencia del cliente ni poner en riesgo su comodidad. En un contexto donde la incertidumbre energética va en aumento, la preparación técnica del Hotel IPV no solo protege su operativa, sino que protege la experiencia de sus huéspedes. Esto convierte a esta instalación en una solución real y efectiva ante apagones prolongados o cualquier problema en la red eléctrica.