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LADRAN, LUEGO CABALGAMOS
No ofende quien quiere sino quien puede. Lo peor es que, a veces, pretende ofender quien, aunque quiera, no puede. Durante algún tiempo sufrimos en esta redacción el insulto y el descrédito permanente por parte de un grupo de comunicación que no son ejemplo de nada salvo de servir al mejor postor, aprovechándose de subvenciones…