El ambiente en Linares fue festivo por los cuatro costados. El malaguismo se dio un baño de humildad y buen rollo desde bien temprano en Linarejos. Hermanamiento, unidad, respeto, educación y una animación que hizo que el campo azulillo pareciese una mini Rosaleda a cientos de kilómetros de casa. Sin embargo, aunque la afición sigue…