Defender la Supercopa… bajo la ‘maldición’ del Carpena

El Unicaja de Ibon Navarro es historia. Ha ganado siete títulos en los últimos 31 meses. En Europa y en España. Y, sobre todo, lejos de Málaga. El Martín Carpena se ha convertido en el lugar final en el que se cierran las conquistas del equipo con el despliegue de la banderola y mostrando al público el trofeo de turno conquistado. Pero nunca, ni en esta era ni en ninguna anterior, el Unicaja ha logrado conquistar un título en su propio pabellón. La ‘maldición’ del anfitrión elevada a la máxima potencia. El equipo malagueño quiere este fin de semana alzar un título en el Carpena por primera vez en su historia. Y además, lo hace defendiendo la corona de la Supercopa Endesa que logró hace un año en Murcia.

Para ganar en esta ocasión deberá superar en semifinales al Valencia Basket. En caso de lograrlo, en la final del domingo, se enfrentará al vencedor de la eliminatoria entre el Real Madrid y La Laguna Tenerife. Dos victorias de mucho prestigio y dificultad que obligarán al Unicaja sacar su mejor versión si quiere romper con la ‘maldición‘ del Carpena. El equipo de Los Guindos nunca logró conquistar ninguna de las Copas del Rey disputadas en la capital de la Costa del Sol. La última fue en 2024 cuando defendía la corona de Badalona y caía en cuartos de final ante un Tenerife que conseguía la ‘vendetta‘ de la final de la anterior edición. Además de ese año, el Unicaja tampoco tocó metal en 2001, 2007, 2014 y 2020. En la previa a la pandemia fue donde más cerca se quedó cayendo ante el Real Madrid.

Algo que también se repite en las tres ediciones que se han jugado de la Supercopa Endesa en Málaga. 2004, 2006 y 2015. En la primera de ellas no alcanzó la final, algo que sí hizo en las dos siguientes. En 2006, después de conquistar la Liga ACB, el Baskonia vencía en la final al Unicaja y se tomaba la revancha de haber perdido en el playoff meses antes. Y en 2015, la última vez que la Supercopa se jugó en Málaga, el equipo de Los Guindos eliminaba al Madrid en semifinales, pero perdía en la final ante el Barça. Un duelo que tuvo polémica porque Abrines, sin ser capitán culé, fue el encargado de levantar el trofeo. Lo hizo después de que el Carpena le pitara en reiteradas ocasiones después de cómo abandonó el Unicaja.

La ‘maldición‘ también se hace sentir en competiciones continentales. Así sucedió en la Final Four de la BCL 2023. Era la primera vez que el Unicaja lograba meterse entre los cuatro mejores del torneo europeo de la FIBA. Al igual que en este fin de semana, solo dos victorias le separaban de romper el malfario, además para muchos siendo el gran favorito. Más aún cuando el equipo andaluz venía de ganar meses antes la Copa ACB en Badalona tras eliminar al Real Madrid, Barça y Tenerife. El Telekom Bonn alemán venció al Unicaja. Un partido donde Perry tuvo un triple que podría haberse convertido en ganador. Un mazazo para el público del Carpena. En la lucha por el tercer y cuarto puesto, Tenerife también superó al cuadro de Ibon Navarro.

Esto es algo que no solo se queda en el Carpena. Afecta a la localía histórica del Unicaja. Cuando el equipo disputaba sus encuentros en Ciudad Jardín, también se vivieron noches que dejaron a los aficionados cajistas con la miel en los labios. En la temporada 1994/95, cuarto partido de la final ante el Barça, Michael Ansley tuvo el triple ganador que podría haber dado al equipo malagueño la primera Liga de su historia. También ocurrió en la final de la Copa Korac ante el Limoges de Francia. Se disputaba a ida y vuelta. La ida fue en territorio galo y Unicaja perdió por 22 puntos de diferencia. En la vuelta en Málaga, ganó el Unicaja de 9. Renta insuficiente.

Este fin de semana se presenta una nueva oportunidad para que el Unicaja acabe con el malfario del Carpena a la hora de conquistar títulos. Dos victorias en 48 horas en la Supercopa harían que el equipo malagueño reeditase el mes de septiembre del pasado año y rompiera el gafe de no ganar en casa. Nueva batalla ante la historia para el equipo de Ibon Navarro.