
El adolescente Nzosa rescata al Unicaja en Andorra (78-81)
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Le costó sangre, sudor y lágrimas. Pero un adolescente de 16 años llegó al rescate para que el conjunto malagueño sumara su primera victoria en ACB de la temporada. ">Nzosa, en su debut en liga, se echó todo el Unicaja a sus anchas espaldas para neutralizar los 10 puntos de ventaja con las que el Andorra afrontó el último cuarto. El congoleño, con la ayuda de Brizuela y Alonso, dejó su impronta como un día no muy lejano hiciera un tal Doncic. Menudo futuro, y presente, que tiene en sus manos.
Pero hasta su aparición pasaron muchas cosas y no todas buenas. Porque el Unicaja, como está siendo habitual, sufrió muchísimo tras el salto inicial. Ibón Navarro sabía de la debilidad física de los de Casimiro y tiró de una gran intensidad y desgaste para secar a sus rivales. No había hueco para los tiradores cajistas, que además perdieron a Bouteille a última hora. El primer momento delicado llegó con un Jelinek enrachado. 10 puntos anotó el checo en ese primer cuarto, justo la ventaja local (23-13) a 2 minutos del final. No había respuesta cajista y se llegó al final con 25-17 y sensaciones muy malas para los verdes.
El perímetro despertó tras el ligero descanso. Brizuela y Abromaitis -17 puntos entre ambos en el cuarto- anotaron de 3 para meterse de nuevo en el encuentro. Fue el primer intento porque los andorranos volvieron a reaccionar y a escaparse de 10 (34-24). Lejos de bajar los brazos, Unicaja tiró de orgullo para firmar un 2-14 en los tres últimos minutos del segundo acto y colocarse por primera vez en el partido por delante (36-38). No fue anecdótico que Nzosa, vaya porvenir el suyo, firmase esa canasta que remontó el choque. Aviso a Gerun y a Guerrero.
Tras la reanudación, los problemas se acrecentaron con la expulsión de Wacysnki. El polaco ya había recibido una técnica antes del descanso por simular y le pitaron otra, esta más que discutida, que lo descalificó del partido. Poco después fue Alonso -18 puntos para él- el que recibió un pisotón de un contrario y le ‘premiaron’ con otra técnica por flopping. Estos instantes de despropósito arbitral los aprovecharon los de Ibón Navarro, sobretodo Hannah (11 puntos en el cuarto), para dar la vuelta al electrónico (49-45). Y la brecha no paró, alcanzando la máxima renta (62-51) a minuto y medio del final del acto y quedándose en 64-54.
Mucho debía mejorar Unicaja si quería remontar. Pero soluciones había encontrado pocas en el banquillo… hasta que apareció Nzosa. El jovencísimo pívot congoleño se echó el equipo a sus espaldas en su debut ACB. Lejos de temblarle el pulso, provocó taquicardias en los rivales. Sus largos brazos intimidaban a los andorranos. Y en ataque, puntos sin fallos. Hasta 10, con 3 rebotes y 2 tapones. Un nivel excelso del que se contagiaron Brizuela -20 puntos- y Alonso para cerrar la victoria con sendos triples en el último minuto. Al final, 78-81, primer triunfo de los malagueños y un debut estelar con el Unicaja de un Nzosa que aplastó al Andorra.
