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Otra jornada más de Liga Endesa donde estalla el Martín Carpena. Ya van dos consecutivas con indignación en la grada. El arbitraje del Unicaja – Gran Canaria ya dio de qué hablar, con Jordi Aliaga, Alberto Sánchez y Héctor Báez como protagonistas. El festival de técnicas y las expulsiones de Augusto Lima y Andrew Albicy llegaron a los oídos de los máximos dirigentes de la ACB y dejaron fuera de las designaciones a los dos últimos para esta tercera jornada.
Este pasado domingo el equipo verde y morado recibía al Real Madrid de Chus Mateo, y la afición no defraudó a la cita, ojalá que un punto de partida para ver un Palacio colorido todas las semanas. Los 10.602 espectadores se hicieron notar, el sexto jugador cuando los verdes se acercaban en el marcador, en un último minuto que pudo pasar cualquier cosa. También hubo protestas contra el trío arbitral, ante la disparidad de criterios durante el encuentro. A esto tuvimos que sumar los problemas con el cronómetro del Carpena, que no cortaba la tensión del ambiente. En numerosas ocasiones tuvo que ir el colegiado principal, Carlos Cortés, a la mesa de oficiales para solventar lo que ocurría con el reloj. Esta situación hizo que el partido se alargase algo más de las dos horas. Pero el culmen llegó con la diferencia de tiros libres a la conclusión de los cuarenta minutos. El Unicaja dispuso de 11 tiros libres, mientras que el cuadro blanco tuvo la friolera de 32 tiros desde el 4,60. En definitiva, una afición cajista descontenta… una vez más.
La grada del Carpena, muy activa contra los árbitros / Gregorio Marrero (La Opinión de Málaga)