EL UNICAJA SUBE AL CIELO GRACIAS AL INFIERNO DEL CARPENA

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Suárez

@CesarRadioMARCA | El Unicaja se elevó al cielo del baloncesto en el cuarto partido aupado por una entregada afición que convirtió el Carpena en un infierno para el Barcelona. Desde el primer segundo 9.963 almas verdes se fundieron en un eterno abrazo con 12 valientes jugadores y su cuerpo técnico para demostrar al gigante azulgrana que lo peor estaba aún por pasarles. Y vaya sí les pasó.

 

Si los de Pascual soñaron en algún momento que tras la derrota del miércoles el Unicaja se iba a dejar ir porque ya había cumplido su objetivo, pronto se dio cuenta de que estaba en un error. No hubo ni una sola vez en la que el Barça estuviera por delante en el marcador. Ni una vez en la que tirasen a canasta con comodidad. Ni una vez en la que pudiesen respirar sin aliento en el cogote. Ni una vez en la que luchasen por un rebote y ganaran la batalla. 

 

El mérito de los de Plaza fue enorme. Después de la humillación que sufrieron en el Palau Blaugrana y de las merecidas críticas recibidas por cierto pasotismo, los malagueños no sólo se recuperaron sino que han elevado su nivel de juego, el mismo que les hizo estar durante muchos meses como líder indiscutible de la ACB. 

 

Empezó muy bien, como ya sucedió en el tercer partido, con un parcial de 7-0 y mantuvo la diferencia en esos números al final del primer cuarto (20-14). Claves fueron los minutos de Thomas y Golubovic y su aportación en el rebote. Algo que continuó en el segundo cuarto con la aparición de un inmenso Suárez, recibido y despedido al grito de "Carlos, selección". Y es que anular el perímetro y el interior de los azulgrana a la vez es casi imposible. Pero el Unicaja lo hizo con un parcial de 21-10. 

 

Tras la reanudación, con 41-24 en el electrónico, el Barça apretó -era complicado hacerlo peor- pero el Unicaja se mantuvo en sus trece, fuertes en defensa y dominando los rebotes, permitiendo a los tiradores segundas e incluso terceras opciones. Aunque el cuarto se lo llevaron los visitantes (14-16) gracias al despertar de Thomas y Tomic, el encuentro estaba muy bien encarrilado para los locales (55-40).

 

Pero en baloncesto nunca se puede dar por sentado nada, y menos cuando enfrente está Navarro. La Bomba no está bien físicamente, mas su calidad permanece intacta en los momentos calientes. No había anotado nada en todo el partido hasta que se cansó de los fallos de sus compañeros y decidió ponerse manos a la obra. En apenas un par de minutos, 7 puntos consecutivos de él dejaron en 7 la diferencia con más de 5 minutos por jugarse. 

 

Fue un momento crítico en el que Plaza paró el encuentro, descargó de presión a sus chicos, y estos respondieron volviendo a aumentar la diferencia para deleite de una afición entregada a la causa y que comenzó a hacer la ola para transformar el infierno en una marea verde que engulló al Barça e impulsó al Unicaja al cielo de los dioses de la canasta. 

 

Habrá quinto partido, el domingo a las 17 horas, en el Palau Blaugrana. Ocurra lo que ocurra, el Unicaja se merece un aplauso. Pero estando tan cerquita la final, y tras la exhibición en la noche del viernes, ¿por qué no soñar?