@Danielnz97 || Con ilusión y ambición se presentó el Unicaja en la capital. Los de Casimiro aterrizaban en un gran momento tras los emocionantísimos triunfos ante Real Madrid y Manresa. Los cajistas querían volver a enamorarse en este San Valentín de un torneo en el que los últimos precedentes no eran nada esperanzadores. Pero el conjunto malagueño salió del Carpena y se vino abajo. Iberostar Tenerife volvió a ser muy superior, como ya ocurrió en Reyes, y dominó un encuentro en el que el equipo andaluz estuvo siempre por debajo en el marcador, salvo en los primeros minutos de partido, y en el que Milosavljevic fue el único argumento al que agarrarse pese a la floja defensa del cuadro de la Costa del Sol. De la peor forma posible, con una sensación de inferioridad total, dice adiós a una competición que solo ha logrado conquistar en una ocasión, en 2005, por 88-78.
Con dos personales de Roberts en los dos primeros minutos comenzó el partido. El base insistió en no sentarse. Cuatro puntos para él de los primeros 11 del Unicaja para darle la razón al americano. Y en esa cifra se quedó anclado el conjunto verde hasta que Jaime Fernández rompió el parcial de 6-0 en contra. San Miguel, de los mejores del cuadro -hoy- local, sumó cinco puntos consecutivos para volver a distanciar a su equipo del conjunto malagueño. Abromaitis apareció también en escena -aunque en el segundo cuarto tuvo aún mejores minutos- y Fernández se trató de mantener a los verdes en el choque con un canastón a tiro pasado. Cinco de ventaja (25-20) tras el primer acto para Iberostar Tenerife, que hizo del rebote, en el que tanto insistió Casimiro en sala de prensa, su arma más efectiva con 11 en total -frente a tres de los costasoleños-.
Comenzó el segundo cuarto con cadena de triples. Primero, White; Milosalvjevic respondió y Gillet replicó. Los canarios se fueron hasta los ocho de diferencia -máxima ventaja hasta el momento-, pero Boatright y Salin contestaron también desde la línea de 6,75 metros para dejar el marcador en 33-29. El Unicaja consiguió rehacerse en el rebote, pero el acierto del conjunto canario sirvió para establecer una renta de ocho o diez puntos que no se iba a reducir de cara al descanso. Abromaitis se fue hasta los 12 y se convirtió en el máximo anotador de un primer tiempo que favoreció a Iberostar Tenerife, con siete de ocho desde el tiro libre y con mejores estadísticas que los de Casimiro en todas las facetas menos en lanzamientos de tres, ambos con un 50% de acierto.
Pocos puntos en el tercer cuarto. Iberostar Tenerife no aprovechó el poco acierto de Unicaja, que pasó a acertar solo de tres. Primero fue Wiltjer y después Milosavljevic, que se ratificó como el máximo anotador de Unicaja (11) y redujo la distancia a cinco. Los canarios fallaron desde el tiro libre -tercer error cuando solo lo habían hecho en una ocasión en el primer tiempo-. No lo vio claro Casimiro, que se vio obligado a dar entrada en los instantes finales, otra vez, a Carlos Suárez, que ya había entrado en el segundo cuarto. El capitán, que llegó sin ritmo y sin mucho menos estar en su mejor estado de forma al encuentro, se estrenó con dos tiros de uno cuando ya moría el tercer acto. La ventaja de seis que estuvo presente en casi todo el tercer acto se amplió hasta los 15 y se redujo a diez tras el parcial de 5-0 favorable a los visitantes (66-56).
El último cuarto fue el de la confirmación de la debacle -con lesión, aún sin conocimiento del alcance, de Jaime Fernández incluida. Si bien parecía que en los primeros minutos podía haber una mínima reacción con una canasta de dos de Shermadini y un triple de Suárez, entre San Miguel y Brussino se encargaron de seguir aumentando la renta, que se fue hasta los 14 con el tiro de tres de este último. Iverson se acomodó en la pintura y, prácticamente sin oposición, siguió mejorando su cuenta personal. Bassas también se apuntó a una fiesta en la que todos los de Iberostar Tenerife estaban invitados. Al final, decepcionante partido del Unicaja, que se vuelve a Málaga a las primeras de cambio tras una actuación desastrosa de los verdes, que abusaron del triple -con 34 intentos y solo 12 aciertos- para perder por diez de diferencia (88-78).