@SuarezRMarca | Siete victorias consecutivas había sumado el Unicaja antes de acudir a Burgos, pista donde el San Pablo se suele crecer ante los grandes. Y así fue una vez más, al conseguir un triunfo de prestigio por 88-79 ante un conjunto como el malagueño que llegaba lanzado tras ganar en Turín.
Y así empezó el encuentro, con un Unicaja que desde el triple inicial de Roberts no dejó de mandar en el electrónico hasta el 14-12 que firmó Thompson con otro lanzamiento exterior. Habían pasado 6'23" y los malagueños habían ido controlando el marcador, pero ya se veía que las muñecas no estaban nada finas. Después de que Jaime Fernández equilibrase las fuerzas, el Burgos firmó un inapelable 8-2 hasta el final del cuarto que le hizo iniciar el segundo con 22-16 a su favor.
La dinámica seguía tan a favor de los locales que los de Casimiro no asimilaban la energía burgalesa mientras los parciales seguían sumando en contra. A 7'25" para el descanso, el San Pablo, con varias puntos de Fitipaldo disfrutaba de su máxima renta, 29-17. Era necesaria una reacción que inició Roberts y que prosiguieron Wiltjer, Salin y Lessort para ponerse a sólo un punto en tan sólo cuatro minutos. Con un nuevo triple de Salin, los cajistas igualaron a 33, pero no fueron capaces de dar la vuelta y se marcharon a vestuarios 38-37.
Suele ocurrir que, tras reanudarse el juego, uno de los dos equipos sale dormido. En esta ocasión le tocó al Unicaja. Un minuto y medio tardó Shermadini en machacar el aro rival, pero antes Cancar había anotado 5 puntos consecutivos y Thompson firmaba 2 puntos más para abrir de nuevo diferencias. La defensa verde no ajustaba bien y eso impedía la remontada. Así fue más sencillo que el San Pablo volviera a la decena de distancia, 53-43, en el ecuador del cuarto. Y aún llegó a 11 tras un nuevo triple de Fitipaldo, 59-48, a 1'49" para el final del acto. El propio Fitipaldo cerraría la anotación del cuarto con un alley-oop que llevaría el 62-53 al electrónico.
A remolque durante todo el choque, el Unicaja no terminaba de encontrarse cómodo en el Coliseum. Lo más cerca que estuvo fue con el 64-59. Desde ahí, más intentos en vano para un partido en el que ya se veía cuál iba a ser el ganador, un San Pablo que rompió la racha de triunfos de los de Los Guindos.