Lo mejor que le puede pasar al Unicaja es que se acabe cuanto antes esta temporada. La peor de su historia, posiblemente. Los playoffs aún son posibles. Herbalife y Manresa llevan una victoria de ventaja pero con uno y dos partidos más que los malagueños. Es igual. El Andorra se llevó el triunfo del Carpena gracias a su dominio en el rebote (32 a 16) y el average. Los de Katsikaris ya no dependen de sí mismos.
Pero como si no fuera con ellos. Desde el salto inicial fueron los pupilos de Navarro los que pusieron la energía y ganas innegociables con las que se persiguen objetivos. Ahí está la diferencia en rebotes, clave, durante el encuentro (16-32). En defensa pusieron desde el comienzo músculo y tensión para cerrar todos los huecos. En ataque, ante un equipo debilitado mentalmente e inferior en envergadura, tiraron de Parakhouski para abrir la primera renta: 2-10 en cinco minutos. En los malagueños sólo Deon Thompson ponía algo de amor propio. Anotó 6 puntos, neutralizados por dos triples de Tyson Pérez y por un Senglin que contribuyó con 9 puntos a sellar el primer cuarto 10-24.
Katsikaris buscaba la reacción de los suyos pidiéndoles calma en la circulación de balón y no bajar los brazos en la zona propia. Lo entendieron cuando se vieron 16 abajo (10-26). Un 7-0 les metió de nuevo en el partido. Y 8 puntos consecutivos de Bouteille más una presión a toda cancha les hizo creer en la remontada (34-38). Ahí se detuvo la reacción porque este Morabanc dispone de muchos recursos ofensivos. Despertó Hannah, le acompañó Tyson Pérez desde el perímetro y regresó del banquillo Parakhouski. Al descanso, 37-45.
El equilibrio de fuerzas fue la tónica dominante tras la vuelta a cancha. Hasta que los locales, empujados por la insistencia de Thomas y Thompson, les dio por apretar en defensa y cortar las vías anotadoras del rival, en especial la de Jelinek, que había salido on fire Y aunque se les atragantó por momentos la zona de ajustes de Ibón Navarro, se las apañaron para igualar a 59 a 2 minutos del final del tercer acto y llegar con vida al último (64-65).
Un triple de Jaime Fernández puso de nuevo las tablas, a 72. Dime respondió taponando, reboteando y anotando. Todo lo hacía él. Y Hannah, que se suele animar en los momentos calientes, y terminó como máximo anotador con 20 puntos. Eso y una técnica a Brizuela hundió a los andaluces con un 2-11, marcador que ponía la victoria muy de cara para los del Principado (74-83) a 4 minutos para el final. Tiraron de orgullo, que aún tienen de eso, pero no fue suficiente porque los de Navarro jugaron con el tiempo a favor y con la expulsión de Brizuela por una segunda técnica. No contentos con el triunfo, el Morabanc, que iguala al Unicaja en el balance global, también se llevó el basket average (78-81 en la primera vuelta). Ambos quedan a una victoria de la última plaza de playoffs, pero con sensaciones radicalmente opuestas.
