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Créanme que los que tuvimos la suerte de acompañar a Ibon Navarro el día de su primer aniversario al frente del Unicaja de Málaga en el Restaurante La Ponderosa Playa nos fuimos convencidos de que el técnico vitoriano tenía un plan para hacer algo grande en Badalona. Como lo tendríamos de claro, que yo no me harté de repetir que iba a la Copa del Rey de la ACB para ganarla y traerla a Málaga. Luego al terminar el programa, y antes del almuerzo, tuvimos la genial idea de que Ibon visitase los magníficos fogones de mi amigo Dani Lupión y su hermano Juan, y allí en la cocina junto a una olla gigante cogió un pulpo que mantuvo en alto para la instantánea que ya queda para la posteridad.
“Ibon Navarro cocina la Copa en La Ponderosa”, y el pulpito mirando al cielo fuengiroleño y al mar Mediterráneo, marco incomparable para soñar. Y antes de almorzar la sapiencia de un hombre como Salvador Lupión, fundador del restaurante, hablando de lo divino y lo humano con el técnico cajista.
Rosa Mariscal, jefa de prensa del club, Juanje Fernández, Jorge Cabrera y Pablo del Pino, además de servidor y los ya mencionados anteriormente, realizamos junto a Ibon Navarro, este con mucha prudencia, “la conjura de la Copa del Rey en La Ponderosa”. En el Paseo Marítimo Rey de España, mayor coincidencia no cabe. Y de esta forma el trabajo de todo un equipo, que es una familia, junto al acierto del director deportivo, Juanma Rodríguez, y al de Antonio Jesús López Nieto, como Presidente del Unicaja, así como el de Ibon Navarro daban su fruto.
Para todos nosotros en nuestra redacción ha sido un motivo de satisfacción y alegría porque la afición cajista ya se merecía algo así desde hace mucho tiempo. Y yo me he alegrado mucho más aún por ANTONIO JESÚS LÓPEZ NIETO. Lo que ha tenido que sufrir por culpa de los ignorantes de siempre, de intereses espurios de según quién sea el periodista, medio de comunicación o político de turno. La noche del domingo mi amigo Antonio era el hombre más feliz del mundo.
La gestión al frente del club era evidente que sería un éxito, por lo que mi apuesta por la persona y su trayectoria era muy fácil. Sin miedo a equivocarme puedo decir que Málaga no tiene una persona más importante en el mundo del deporte, la gestión y con una experiencia y preparación extraordinarias. Sin ninguna duda el baloncesto malagueño ha encontrado la persona ideal para su nuevo desarrollo y crecimiento. Justo a tiempo de que todo se fuese al garete sin remedio.
Seguro que en su Tribuna Celestial moderados en tertulia bíblica por el genial Antonio Guadamuro, los padres de nuestro baloncesto Queipo de Llano y Martín Urbano se lo han pasado de cine con esta Copa del Rey, mientras Javier Imbroda enseñaba su cátedra baloncestística con orgullo y satisfacción en torno a este nuevo hito histórico del basket malagueño.
La Ponderosa fue testigo de la conjura para ganar la Copa del Rey y Málaga lo disfrutó como nunca. Háganme caso, guarden algunas fuerzas para seguir celebrando títulos y logros, este baile no ha hecho sino comenzar.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.