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Al Unicaja le han echado una maldición. O a los bases del equipo. Porque lo de las lesiones y problemas físicos de esta temporada no es normal. No se ha librado ninguno, ni Jaime, ni Alberto Díaz ni Gal Mekel. Lo de este último es peor. Mekel ha pasado el coronavirus, pero los efectos le van a mantener de baja tres meses.
El base israelí, que ya estaba de baja por una fractura de muñeca hasta febrero de la que estaba ya en la recta final de recuperación, ha sufrido un tromboembolismo pulmonar. Un problema derivado de la covid-19 y que le ha provocado unas secuelas que requieren un tratamiento médico por espacio de tres meses. En ese tiempo no podrá realizar esfuerzos físicos de la intensidad que requiere el baloncesto profesional.
El propio jugador ha querido tranquilizar a los aficionados con el siguiente mensaje: “Por desgracia, me voy a perder un poco más de tiempo esta temporada. He tenido mala suerte, primero con la mano, después con el coronavirus y por desgracia ahora he tenido algunas complicaciones con un coágulo sanguíneo en mi pulmón, a consecuencia del propio coronavirus.
Me siento bien ahora, recuperándome y empezando a trabajar un poco, pero este problema necesita un tratamiento durante varios meses para que el coágulo desaparezca y me pueda recuperar completamente. El objetivo que tengo con esperanza es volver a ayudar al equipo en la última parte de la temporada.
Me siento realmente mal, triste y decepcionado por no haber podido ayudar al equipo, especialmente en este último período duro que hemos pasado. Pero, por otro lado, contento de haber superado esta situación que podría haber sido mucho peor. Lo más importante es que me siento mejor, y poco a poco empiezo a sentirme yo mismo y deseando volver a la canchas con la camiseta del Unicaja para asegurarnos de acabar esta temporada fuertes”.
Así las cosas, Mekel estará tres meses de baja por los efectos del coronavirus. No todos los deportistas son asintomáticos o pasan el covid19 con síntomas leves.