ULANOVAS HUNDE AL UNICAJA

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Nedovic inicia la penetración ante la presencia de varios rivales

@SuarezRMarca | Va a soñar el Unicaja con Ulanovas. No fue el mejor de los suyos en el encuentro de la primera vuelta, pero sí apareció en el último segundo de la prórroga para convertirse en el verdugo de los malagueños con un tiro sobre la bocina. Y tampoco ha sido el mejor en Kaunas, donde Pangos y Jankunas sostuvieron a los suyos, pero también ha ajusticiado a los de Plaza al impedir con un tapón a McCallum que el choque se fuera a la prórroga. 

 

El partido se inició con muchas imprecisiones, aunque pronto fue el Unicaja el que se entonó gracias a Suárez, Nedovic y Milosavljevic, quienes se combinaron con cuatro triples para marcar las primeras distancias (6-13). Se desesperaba entonces Jasikevicius viendo que sólo Kevin Pangos seguía sus instrucciones a pies juntillas. El canadiense mantuvo a los suyos en el choque y empezó a encontrar la implicación de algunos para ir reduciendo distancias. Y lo consiguieron ya que sólo una gran asistencia de Alberto Díaz sobre Díez impidió la igualada en ese primer cuarto.

 

En el segundo acto, a pesar del aviso visitante, el Zalgiris no daba con la tecla para frenar el juego exterior de los de Plaza. Era Díez el que marcaba diferencias jugando como 4 abierto ante la ausencia por lesión de Brooks. La distancia llegó a elevarse a once puntos, en gran parte gracias a él. Al descanso se llegó con 32-40 y la sensación de que el encuentro estaba a merced de lo que el Unicaja quisiera hacer. 

 

Tras pasar por vestuarios, la bronca de Jasikevicius reactivó a los suyos. Seguían sin acierto exterior, pero ya no hacían concesiones defensivas. Al Unicaja le costaba mucho penetrar la zona y la fluidez de la primera mitad se echaba mucho en falta. Tanto que, a falta de minuto y medio, los cajistas perdieron su ventaja (52-51), aunque la recuperaron con dos canastas seguidas de Shermadini para empezar el último cuarto con 52-55.

 

Pero la tendencia ya no era la misma. Eran los lituanos los que marcaban el ritmo y los que poco a poco fueron creciendo arropados por los más de 15.000 aficionados que caldearon el Zalgirio Arena. Es por ello que hay que derrotar varias veces al Zalgiris en su cancha, y más con Jankunas en pista. Y los malagueños se quedaron en el intento, alejándose de la octava plaza tras su segunda derrota consecutiva. 

 

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