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El Unicaja resolvió con dos momentos eléctricos su partido ante el Casademont Zaragoza (85-71). El inicio del último cuarto con un parcial de casi veinte puntos tumbó el buen hacer de los maños durante todo el partido. Osetkowski amargó el partido al equipo de Fisac, que tendrá que seguir esperando esa oportunidad perfecta para acercar la Copa a tierras mañas.
Osetkowski comenzó enchufado el partido con dos canastas rápidas que demostraron el buen momento que vive el californiano. El Casademont Zaragoza salía contestón a la pista malagueña. Bell-Haynes y Sulejmanovic volteaban el marcador con facilidad alternando el juego exterior y el interior. El partido iba de un lado a otro de la pista con muchas alternativas de anotación tanto para los malagueños como para el cuadro maño. El duelo entre Osetkowski y Sulejmanovic estaba bonito, los dos se retaban a triples en el ecuador del primer acto. Sima y Kalinoski se sumaron al batallón de los de Ibon Navarro para empezar a romper el partido con un parcial de 8-0. Slaughter cerró el primer cuarto con una canasta que dejó la renta cajista en cuatro puntos de distancia, 19-15.
El Casademont Zaragoza seguía muy metido en el partido. Los de Porfi Fisac querían dar la campanada y no paraban de meter intensidad al encuentro. Bell-Haynes y Bango eran los más activos en el equipo visitante. El Unicaja se encontraba más cómodo en el juego interior, cosa poco habitual en el equipo de Ibon Navarro. Sima era crucial en ese tramo de partido para que el equipo malagueño mantuviese su renta en el marcador. Kendrick Perry y Kam Taylor se iban de la mano para asestar un golpe al electrónico que daba diez puntos de ventaja para los cajistas. Jonathan Barreiro disparaba la ventaja por encima de los doce puntos y provocaba un tiempo muerto tenso en el banquillo maño. Bango maquilló un poco el final de cuarto para el equipo visitante dejando el marcador en 39-33.
Tardó en abrirse el melón del tercer cuarto. Las defensas se imponían en un momento del partido en el que el Unicaja no encontró su sitio. Tuvo que ser el juego exterior el que relanzase el partido. Perry anotaba dos de manera consecutiva que volvían a meter en el camino del encuentro al equipo de Los Guindos. Los rojillos se negaban a entregar la cuchara bajo ningún concepto. Bango, Mencía y Slaughter acercaban de nuevo a los visitantes con tres acciones ofensivas. El Unicaja se gustaba de nuevo desde la línea de 6,75. Los triples que no entraron en el primer cuarto lo hacían ahora con facilidad. Los tiros libres mantenían al Unicaja con tranquilidad por delante, Casademont Zaragoza pagaba su intensidad defensiva. Ejim, Osetkowski y Taylor llevaron navegando con sus puntos al Unicaja hasta el final del tercer cuarto por delante, (61-53).
El Unicaja activó el modo rodillo nada más empezar el último acto. El equipo malagueño tiró de galones con su juego y se despegó hasta los 20 puntos de distancia en un visto y no visto. Alberto Díaz, Jonathan Barreiro y Tyson Carter destrozaban la defensa zaragozana en apenas dos minutos. Era un parcial de 15-3 de inicio que dejó sin opciones a los de Fisac. Los maños no pudieron engancharse al encuentro y el Unicaja fue dominando el partido hasta el final. Otra victoria para el cuadro del Carpena, que sigue amargando la Copa a sus rivales en este inicio de 2025. El 85-71 hizo justicia a los visto sobre la pista.