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@JuanjeFernandez || El Málaga no quiso ser menos que sus Majestades los Reyes Magos de Oriente y regaló en La Rosaleda tres puntos a un rival que vino a Martiricos de protesta, que no de vacaciones. Los goles de Borjita y Ledes, con polémica tras un penalti que no lo fue, dieron el triunfo a un Reus que estuvo a punto de no viajar a la Costa del Sol. La actitud de los jugadores de Muñiz no fue la mejor y el cuadro malaguista perdió una oportunidad de oro para situarse como líder del campeonato junto al Granada.
El encuentro comenzó con Linares moviendo la bola hacia atrás y con La Rosaleda, con una de las peores entradas del año, dando una ovación cerrada a los jugadores catalanes por brindar la posibilidad de que hubiese partido pese a los graves problemas económicos que vienen sufriendo desde que comenzó el curso y que hicieron que los rojinegros se presentasen en Martiricos con solo 12 profesionales.
El Málaga intentaba dominar pero su juego era frío, como la noche se iba a quedar tras el gol de Borja Herrera en el minuto 11. Una jugada ensayada acaba en la cabeza del lateral que fusilaba a Munir dentro del área de cabeza. Un error defensivo al que no están acostumbrados los aficionados malaguistas que se quedaron helados con el gol en contra en lo que se suponía que iba a ser una noche tranquila de Reyes en la Costa del Sol. Tuvieron que pasar cinco minutos para ver alguna reacción en el cuadro de Muñiz. Fue un disparo lejano de Juanpi que apenas inquietó al ex malaguista Pol Freixenet.
Con el paso de los minutos el Málaga se hizo con el control del balón, pero las ocasiones llegaban con cuenta gotas. Una acción individual de Pacheco, un cabezazo desviado de Harper… era imposible romper el entramado defensivo del cuadro tarraconense. La mejor del primer tiempo la tuvo N’Diaye con un cabezazo en un saque de esquina que sacó a bocajarro Pol y cuyo rechace mandó el senegalés a la nubes justo en el ecuador del primer tiempo. Solo a balón parado el Málaga hacia pupa a un Reus que incluso dio algún que otro susto a la contra. Sin mucho más que contar llegó el descanso con un pequeño amago de protesta en la grada.
Muñiz reaccionó desde el banquillo cambiando a las bandas tras el descanso. Juanpi y Pacheco se marcharon para dar entrada a Hugo y Renato Santos. El guión cambió por completo y el Málaga comenzó a jugar a un ritmo no visto durante la primera mitad. Hugo aportaba descaro mientras que Harper cambió su actitud y comenzó a ser el jugador más peligroso de los blanquiazules con varias jugadas de ataque que rozaron colocar el empate en el electrónico.
Cuando mejor se ponía el partido para el Málaga llegó el mazazo del Reus. Un balón a la espalda de la defensa malaguista, Diego González y Pau fallaron estrepitosamente, acabó con una falta del central gaditano que López Toca metió dentro del área por arte de magia y convirtió en penalti a favor de los visitantes. Gus Ledes no falló pese a que Munir adivinó la intención del centrocampista que con suspense puso el 0-2 en el marcador.
Tras el gol Muñiz dio entrada a Héctor a la desesperada mientras en el césped se veían las caras largas de los jugadores malacitanos que eran incapaces de reaccionar a lo que estaba pasando. Con más pena que gloria fueron transcurriendo los minutos finales hasta que Querol colocó el tercero en los minutos finales de choque. El poco público que quedó en el estadio agradeció que el colegiado señalara el final del partido y del suplicio para los seguidores blanquiazules que se dieron cita en el templo.