Compartir esta publicación
Con su retirada del enclave, la marina benalmadense recuperará 19 atraques y pondrá fin a años y años de litigios, calculándose en unos 100.000 euros los ingresos anuales por el nuevo espacio para embarcaciones y la eliminación de un elemento peligroso, tanto para los usuarios como para el propio ecosistema marino. El arranque histórico de estos trabajos incluye una inversión total de 302.803,65 euros (IVA incluido), y un plazo previsto, en primera instancia y salvo imprevistos por la complejidad de las tareras, de un mes de duración.
El Puerto Deportivo de Benalmádena informa de que ya han comenzado los trabajos de desguace del artefacto flotante USS Willow, actualmente semihundido en las aguas de la marina benalmadense desde marzo de 2019. El arranque histórico de estos trabajos incluye una inversión total de 302.803,65 euros (IVA incluido), y un plazo previsto, en primera instancia y salvo imprevistos por la complejidad de las tareas, de un mes de duración.
El edil de Puertos, José Luis Bergillos, ha destacado que son muchos los usuarios del Puerto de Benalmádena, así como vecinos y visitantes, los que han esperado este momento histórico desde hace ya casiseis años y tras un duro periplo judicial y numerosos conflictos entre el gobierno local anterior y la propietaria del artefacto.
En la actualidad, el Willow se encuentra semihundido, apoyado en el fondo, en su atraque del Puerto de Benalmádena y con parte de las cubiertas superiores sobresaliendo al nivel del mar. Toda la cubierta principal y, los espacios bajo la cubierta permanecen bajo nivel, hundidos.
Con esta retirada, el Puerto recupera 19 atraques y pone fin a años y años de litigios. “Con su retirada, calculamos unos 100.000 euros de ingresos nuevos anuales para el Puerto con estos atraques y la eliminación de un elemento peligroso, tanto para los usuarios como para el propio ecosistema marino”.
“Cabe recordar que el Puerto de Benalmádena dispone de autorización judicial, así como de la Agencia Pública de Puertos y de Capitanía Marítima para retirar este artefacto de este enclave, por lo que se ha logrado culminar este complejo procedimiento para impulsar su desguace mediante una licitación pública”, ha señalado Bergillos.
“Han sido muchos meses de arduo trabajo”, recalcó, en un proceso nada fácil y complejo, no solo por las tareas para proceder a su correcto desguace, como por las medidas de seguridad que hay que adoptar, tanto para las personas, como para las instalaciones y la prevención de la contaminación marina. Además, estos trabajos que acaban de empezar suponen también “la gestión de los residuos generados durante las tareas de desguace, siguiendo la normativa medioambiental aplicable”.
Los restos y residuos resultantes de la operación de desguace quedarán a disposición de la empresa adjudicataria, que dispondrá de ellos tras sacarlos del Puerto a su conveniencia, siempre con cumplimiento de la normativa medioambiental y de residuos que sea de aplicación.