El Málaga acabó el primer partido de la temporada con la sensación de que se podía haber logrado algo más que un empate ante el Éibar. El estreno deparó una primera parte de claro dominio malaguista, siendo capaz de superar el contratiempo que representó la lesión de Luismi. Además, el equipo tuvo el balón más tiempo en su poder que el rival, realizó varias salidas de balón de auténtico mérito, intentó explotar las bandas con principal protagonismo para Puga por la derecha, pero, en el otro lado de la balanza destaco que le faltó generar ocasiones de peligro que pudieran ser rematadas entre los tres palos.
En la segunda parte el equipo acusó un fallo de concentración en la jugada del saque de esquina que permitió el tanto visitante, y tuvo varios minutos a posteriori en los que estuvo descentrado. Pero si de un error llegó el tanto del Éibar, otro más grosero terminó en el golazo de Adrián Niño fruto de la presión alta ejercida por los malaguistas. Se pudo culminar la remontada si Chupete hubiera estado más acertado de cara a portería, aunque no es menos cierto que el ‘Santo’ Herrero evitó el que pudo ser el segundo gol de los guipuzcoanos a disparo de Guruzeta.
Me limito a realizar este somero resumen del partido para aportar una serie de apreciaciones personales sin olvidar que nos encontramos tan solo en la primera jornada de liga y esto ‘No Ha Hecho Más Que Empezar’. De la alineación me sorprendió la titularidad de Lobete en detrimento de Joaquín, aunque, ni que decir tiene, que es el técnico el que mejor conoce el estado de sus pupilos para escoger a sus jugadores.
Pienso que Montero está llamado a ser el líder de la defensa, mientras que el centrocampista Dotor corroboró lo visto durante la pretemporada siendo capaz de lo mejor, así como de cometer numerosas imprecisiones. No tuvo su día y el equipo lo acusó en exceso, démosle tiempo. Además, con el percance sufrido por Luismi (al que le deseo una pronta recuperación) y su baja por varios meses, se acrecienta la necesidad de llevar a cabo la incorporación de un jugador en la línea medular con dotes de organización de juego (espero no pedir un imposible).
No entendí el cambio de Puga por Murillo en el descanso salvo que Pellicer quisiera dar más seguridad defensiva a la banda derecha. Puga estaba prodigándose en ataque y en sus botas tuvo la ocasión más clara para marcar durante la primera mitad. Con Murillo en el campo, el equipo perdió verticalidad y apoyos en ataque a Larrubia por la banda derecha.
Niño, cuando estuvo como única referencia ofensiva, se mató a correr totalmente solo en el trabajo de presión sobre la salida de balón del rival. Cuando entró Chupete en el campo, la dupla de atacantes provocó el fallo del Èibar que desencadenó en el gol de la igualada del ex jugador del Atlético de Madrid. Además, con Niño y Chupete juntos fue cuando el Málaga gozó de más oportunidades y remates dentro del área. Creo que jugando en casa es un lujo no salir de inicio con los dos delanteros.
Me centro en la falta de concentración que provocó el gol del Éibar. Estoy seguro de que Larrubia se lamentará todavía de lo despistado que estuvo en el saque de esquina que generó el gol del rival. Los errores se pagan caro y Larrubia, a buen seguro, aprenderá la lección.
Consideraciones personales al margen, espero que Pellicer reciba el jugador que refuerce el centro del campo tras la baja de Luismi, máxime teniendo en cuenta que Ramón sigue en proceso de recuperación de su lesión e Izan podría estar varias semanas ausente si, como se intuye, es convocado para disputar el Mundial sub-20.
Acabo dirigiéndome a los dirigentes de La Liga y de la Federación Española de Fútbol. Permítanme que les diga que el Málaga podría haber jugado a domicilio esta primera jornada para evitar que coincidiera con el arranque de la Feria, provocando que no pocos aficionados no acudieran a La Rosaleda por este motivo. Incluso, ya que se jugó en casa, se podría haber elegido para su disputa la jornada del viernes con un horario apropiado que no interfiriera con la celebración de los fuegos artificiales. Dicho lo cual, ¡Feliz Feria 2025! y a por la victoria frente al filial donostiarra.
José Manuel Velasco
Redactor Onda Cero Málaga
Tu artículo tiene un tono muy cercano y de aficionado auténtico, se nota que lo has escrito desde la pasión por el Málaga y con la mirada de alguien que estuvo pendiente de cada detalle del partido.
Me gustó especialmente cómo resaltas lo positivo (la presión alta, la sociedad Niño–Chupete, el dominio inicial) pero sin dejar de señalar lo que faltó, como la falta de concentración en el córner o la pérdida de verticalidad con el cambio de Puga. Esa combinación de ilusión y crítica constructiva es lo que más engancha en una crónica de este tipo.
También se agradece la mención al contexto, porque humaniza el texto y conecta con el día a día del aficionado malaguista, que muchas veces tiene que elegir entre la fiesta y el fútbol.
Si tuviera que quedarme con una idea general, diría que transmites muy bien que, aunque el empate dejó la sensación de que se podía haber conseguido más, es solo la primera jornada y el equipo tiene margen de mejora. Ese mensaje de paciencia y esperanza está muy bien equilibrado.
En resumen: un comentario cercano, crítico pero esperanzador, que refleja el sentir de muchos seguidores tras un debut con luces y sombras.
Esto acaba de empezar….
Venga, un saludo!!!