Por fin, y después de mucho tiempo de zozobra, el malaguismo ha podido disfrutar de un fin de semana positivo. Ganó el primer equipo para acercarse a la meta de la permanencia en Segunda división, y el filial logró el ascenso a Segunda RFEF. ¡Casi nada!
No se merecía la afición el sufrimiento al que le estaba abocando el equipo durante una segunda vuelta nefasta, pero es esa misma afición la que llevó a los jugadores en volandas para lograr la victoria ante el Granada, como ocurrió la semana anterior frente al Castellón. Desde el recibimiento a su llegada a La Rosaleda y durante todo el encuentro, el Málaga jugó con 12. Había que ganar para disipar dudas y, más aún, allanar el camino para el partido del próximo fin de semana frente al Eldense. Se logró la victoria con sufrimiento por lo incierto del marcador, porque a este equipo le cuesta un mundo marcar, pero se sumaron los tres puntos a base de mucho esfuerzo y solidaridad, la que mostraron los jugadores en el campo y la que exhibió la afición para con ellos. El abismo está a nueve puntos y ya se ve la luz al final del túnel.
Ante el Granada, Sergio Pellicer ganó la partida táctica a su rival en el banquillo visitante, y jugadores como David Larrubia, Luismi, Chupe e Izan Merino estuvieron a un gran nivel, pero quisiera mencionar especialmente a Antoñito Cordero. El jerezano se irá al final de la temporada, pero como he repetido en innumerables ocasiones, mientras esté en esta plantilla se le debe sacar todo el jugo posible. Antoñito no dudó en tirar el penalti que dio los tres puntos al equipo, para demostrar su compromiso con el club al que dejará de pertenecer el próximo 1 de julio. No hay otro en su demarcación mejor que él en la plantilla, por ello es determinante su concurso, algo que Sergio Pellicer ha tenido que gestionar no siempre al gusto de todos. Cuando termine la temporada tendrán que rendir cuentas aquellos que no supieron encauzar las negociaciones para la renovación de Antoñito, los mismos que pretendieron culparle de la falta del acuerdo y buscaron de forma sibilina echarle a la afición en su contra para tapar sus vergüenzas.
Al irle las cosas bien al primer equipo, más se saborea el ascenso del Atlético Malagueño a Segunda RFEF. Hay que felicitar a todos los que forman parte del filial por este logro, más aún al comprobar como en momentos críticos de la temporada, jugadores importantes de la plantilla han tenido que ser reclutados por Pellicer corriendo el peligro de debilitar sus fuerzas. Algo de culpa tendrá también Loren Juarros de este éxito, por lo que al final del ejercicio habrá que hacer un balance entre el debe y el haber de su gestión.
Es obligatorio también felicitar al Juventud de Torremolinos por su ‘milagroso’ ascenso a 1ª RFEF. Se lo merecía el equipo verdiblanco por el trabajo realizado durante la temporada, aunque no dependiera exclusivamente de sí mismo y debía esperar a un traspiés del FC La Unión. Me resultan muy llamativas las dos derrotas inesperadas de este equipo murciano en las dos últimas jornadas de liga en las que ha perdido el tren del ascenso directo cuando lo tenía todo a su favor. Estoy seguro de que muchos aficionados de este histórico equipo de la Región de Murcia, incluso buena parte de sus jugadores, se alegran de ver truncado el sueño del ascenso al que pueden optar en las próximas eliminatorias, si con ello se evita que el grupo inversor que lidera Daniel Pastor arranca a La Unión de su localidad para traerlo aquí. Como ya dije hace unos meses en referencia al que fuera administrador concursal del Málaga CF tras adquirir varios clubes de categorías inferiores y poner en marcha un engendro llamado CD Málaga 1903, el dinero puede comprar clubes y categorías, pero no los sentimientos.
José Manuel Velasco
Redactor Onda Cero Málaga