
CRÓNICA | Del dominio al desplome: el Unicaja se congela tras el descanso en Madrid
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No pudo ser. El Unicaja firmó una primera parte ilusionante, mostrando coralidad, ideas y ejecuciones ante un Real Madrid a su estela. Sin embargo, tras el descanso la película de Navidad cambió a una de miedo. El triple cajista se fue a casa, mientras que los madrileños se mantuvieron aferrados al tiro libre. El tercer cuarto arrolló a los verdimorados (25-12), que no supieron reponerse del golpe de realidad y cerraron la actuación sin alma (91-82). Balcerowski sí luchó más y terminó como el máximo anotador de los suyos (17 puntos).
El Unicaja comenzó ‘fallón’ los primeros instantes, hasta que Chris Duarte abrió la veda con un triple tras una canasta inicial de Hezonja. Llull y Procida encadenaron anotación para doblar a los malagueños en el marcador (6-3). Y Perry firmó la primera ventaja de los cajistas (6-7). El Real Madrid se encomendó a los tiros libres y entre una canasta de Tyson Pérez y una de tres puntos de Hezonja el partido entró en una alternancia de acciones de tiro erradas.
Ambos equipos no tardaban en mirar al aro, un pestañeo dejaba sin contexto. Perry y Balcerowski anotaban desde más allá del arco para intentar paliar el daño que estaba haciendo Tavares. Y, aunque, los blancos mantenían compostura, Alberto Díaz y Tillie consiguieron poner la balanza a favor de los suyos (27-30).
El segundo asalto lo abrió la muñeca de Tillie desde la línea de 6,75 metros. Entonces, entre canastas de los madrileños, Audige tomó la iniciativa ofensiva con dos acciones consecutivas, la segunda de ellas con mate incluido (31-37). El ritmo anotador no frenaba y el Unicaja llevaba el compás con casi 44 puntos en 14 minutos. Sulejmanovic encendió a Sergio Scariolo, que necesito pedir un tiempo muerto, después de que el bosnio escalase con un triple y otras dos canastas hasta la máxima del partido, +11, (35-46).
Los blancos sacaban del banquillo artillería pesada. Pero los verdimorados le había dado al ‘play’ a la exhibición ofensiva. La decena de distancia estuvo rondando hasta una canasta de Campazzo, que hizo a Ibon pedir un ‘paroncito’ para evitar mayor recorte (46-54).
El Unicaja se vino abajo tras el descanso
La vuelta del descanso llegó con cambio de ritmo. El ataque bajó de marcha en general pero el control lo mantenían los cajistas. Duarte dejó pinceladas y Abalde le tomó el testigo. Empezó un nuevo duelo. Hezonja apareció desde el perímetro para terminar de acercar peligrosamente a los locales, que despertaron el tiempo muerto de Ibon Navarro (58-62). Un 13-0 de parcial puso a la mínima a los blancos. Y, aunque Balcerowski revivió el marcador visitante con una acción en contraataque de muy buena combinación de los suyos, el Real Madrid ya estaba entonado. El tercer cuarto se cerraba con la remontada en 71-66.
La lucha bajo los aros era constante y Garuba se dejaba encontrar por los suyos. El periodo transcurría teñido de blanco, ante los muchos intentos de tiro fallidos de los verdimorados de reengancharse. Sin triples en la segunda mitad (0-13) el Unicaja se vio superado mentalmente. Por su parte, los de la capital seguían protagonizando los tiros libres (38 tirados ante los 25 malagueños).
La situación fue irreversible, con los de Ibon Navarro afectados aparentemente más por lo moral que por lo númerico. Balcerowski, con temblor en el pulso desde la personal, fue el único que intentó algo diferente en el tramo final. El polaco acabó como el máximo anotador cajista con 17 puntos, 5 rebotes y 20 de valoración. No pudo solo y el encuentro sumó la 37ª victoria consecutiva del Real Madrid en el Movistar Arena (91-82).
