Compartir esta publicación
@Danielnz97 || El equipo de Muñiz afronta dos de las salidas, a priori, más complicadas de la temporada: El Sadar (Osasuna) y El Molinón (Sporting). No solo por plantillas, ya que ambos son candidatos a pelear por entrar, al menos, en los puestos de play-off de ascenso, sino por la dificultad histórica de ganar en ambos campos. Y, en especial, en el caso de los rojillos, temidos como locales, incluso, por los más grandes de Primera. Siete puntos han volado desde el feudo navarro en lo que va de competición, uno menos que en el caso de los asturianos. Si nos centramos en el Málaga, la oportunidad que se le presenta al cuadro blanquiazul es digna de aprovechar por varios motivos:
1. Clasificación y puntos. Es evidente que sumar seis de seis consolidaría al Málaga en lo más alto de la tabla. Además, tal y como está la liga, los de Muñiz abrirían brecha con la mayoría de sus perseguidores más inmediatos: Granada, Deportivo, Alcorcón, Las Palmas… Es algo seguro porque algunos se enfrentan entre ellos, pero, igualmente, el resto podrían también dejarse algunos puntos.
2. Dudas a domicilio. Si bien se ha conseguido ganar todo en casa, los puntos débiles del Málaga, aunque son muy pocos, se acentúan especialmente cuando tiene que salir de Martiricos. Uno de nueve en las últimas tres salidas. Eso sí, dos de ellas ante Las Palmas y Dépor. Ganar por partida doble en El Sadar y El Molinón mandaría un contundente mensaje al resto de equipos.
3. Calendario. Tras estos dos partidos, será el Nástic, penúltimo clasificado, quien visite La Rosaleda. Al menos a priori, no parece haber un escenario mejor para que el Málaga sume tres puntos más. La siguiente jornada sería contra el Extremadura, también en descenso, a domicilio. Partido al que podría llegar con la confianza necesaria como visitante si logra sacar adelante este doble reto. A este le seguirá uno de los duelos más determinantes y, quizás (sobre todo a la larga), decisivo: contra el Granada. El conjunto blanquiazul podría llegar al derbi andaluz, por qué no, con una racha de cinco victorias consecutivas.
4. Confianza. De los resultados depende. Cuando acompañan desaparecen las críticas, la situación clasificatoria es positiva, la afición se rinde al equipo y salen las cosas. Y parece que al Málaga le salen, pero, sobre todo, como local, con los suyos. Ahora tiene que demostrar que también puede sumar puntos importantes en campos difíciles. Además, lograría una posición privilegiada en la tabla tras haberse quitado salidas como Coruña, Las Palmas y, ahora, Pamplona y Gijón. Un chute de motivación que podría ser determinante para lo que venga.