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@Danielnz97 || Como aquel 5 de abril de 2017, Málaga y Unicaja volvían a coincidir en una cita transcendental para ambos. De Primera División y la final de la Eurocup, a intento por regresar a la élite y lucha por llegar a las semifinales de la Liga Endesa. Mientras Ontiveros volvía a hacer de las suyas, los compañeros de baloncesto desesperaban en La Fonteta. Cuatro puntos en más de seis minutos transcurridos y solo diez al final del cuarto. Los nervios llegaron al banquillo visitante. Casimiro se llevó la técnica tras una protesta. Y ese fue el mejor retrato del primer tiempo de los visitantes.
Arranque fulgurante de Tobey con ocho puntos, que ascendieron hasta decena y media hasta el descanso -al final del encuentro se quedó en 17, como máximo anotador-. Vives y Van Rossom también se sumaron. Combinaron los locales el acierto desde la línea de 6,75 metros con la pasividad de los verdes. Así, quince de ventaja (25-10) y reacción urgente la que debía producirse de cara al segundo cuarto. Quedó en espejismo pese al parcial de 0-7. Tangana final, con técnicas para Díez y Diot, que jugó 24 segundos y eso fue lo único que hizo.
Guillem Vives lo destrozó con un triple que volvía a dejar a los naranjas con una renta cómoda. Lessort, en pista, desapareció. Hasta tres veces seguidas se colgaron del aro los locales. Mientras, Suárez daba vida a los suyos y cargaba sobre su espalda todo el ataque cajista: dos canastas consecutivas desde la línea de 6,75 metros y otra más de dos para dejar el marcador en 42-31.
La diferencia de once puntos rondó el electrónico durante todo el tercer cuarto. Milosavljevic volvió a ser la gran noticia del Unicaja. Aunque se apuntó la tercera personal, el serbio comandó la reacción de los cajistas. Como si del primer partido se tratara, volvió a hacer diabluras. También se apuntó Shermadini. Y San Emeterio por los locales. Cuatro consecutivos para intentar frenar el arreón de los de Luis Casimiro. Balance positivo también en el tercer cuarto, en el que los malacitanos superaron en prácticamente todo a los valencianistas. Aun así, 58-51 favorable a los de Ponsarnau.
Y el último cuarto mostró lo mejor y lo peor. De la euforia por la remontada a la caída en picado. Se puso por delante por primera vez el cuadro cajista gracias a un parcial de 2-10. Un triple de Waczynski colocó al cuadro visitante 60-61 arriba. Y ahí se enquistó. Se le apagó la luz en ataque y se fueron, poco a poco, esfumando las opciones. Laberye apareció como hombre clave con dos triples -más un tiro adicional-. Roberts enchufó de nuevo al conjunto de Los Guindos con un tiro imposible desde la línea de 6,75 metros. Tres abajo para seguir creyendo, pero, al final, sentenciaron los de la Fonteta (79-76), que ya piensan en vencer al Real Madrid.