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@JuanjeFernandez || La victoria malaguista en Alcorcón ha disparado la moral de la tropa blanquiazul sea cuál sea su status. Los jugadores han acudido hoy al entrenamiento con una sonrisa en la cara después de hacer los deberes y descansar dos días. La afición vuelve a llenar de positividad las encuestas sobre el final de la campaña y en las oficinas del club ya se va pasando poco a poco el mal trago de tener que haber visto partir a Juan Ramón López Muñiz y su cuerpo técnico tras los malos resultados obtenidos.
Si el primer examen fue difícil para el nuevo técnico madrileño, el segundo contará con una peculiaridad que lo hará más complicado. La realidad dice que la afición malaguista no fue con muchas esperanzas a la cita con Alcorcón. La incertidumbre del cambio estaba por encima de las buenas vibraciones. Ahora, las expectativas se han disparado tras el 1-4 y todo lo que no sea ganar al Mallorca en La Rosaleda podría ser interpretado como un enorme paso atrás.
Víctor lo sabe y volverá a tirar esta semana de la psicología como arma principal. El subidón de los tres puntos ha bajado tras el paso del fin de semana y la victoria de todos los equipos que ocupaban puesto de play-off y que han devuelto al los boquerones a la sexta plaza. Será la hora de la verdad para un Víctor que hoy mismo ha comenzado a preparar el duelo contra los bermellones. Si consigue superar la segunda prueba el 8 de 8 que se propuso en su presentación estará mucho más cerca. Para ello tendrá que ganar y demostrar a los que todavía son incrédulos que lo de Santo Domingo no fue una raya en el agua y que la casi perfección alcanzada por el equipo será la tónica dominante.