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@Pedromartinper | Por la puerta grande y con una huella imborrable. Con la pena de la marcha del capitán, pero con la alegría de verlo crecer como jugador después de llegar como desconocido a la Costa del Sol. Con un calvario de lesiones que superó con creces por su carácter y actitud ganadora. Fede Ricca reúne todo lo mencionado, y mucho más. El uruguayo aterrizó en Málaga en el 2016, siendo un niño de 21 años. Hoy, y con 24 años de edad, es un hombre consolidado en el fútbol europeo y liderando a su nuevo club.
El ex malaguista se marchó a Bélgica en busca de nuevos y más interesantes retos en su carrera, también propiciado por la dificultad económica de la entidad de Martiricos. El lateral, después de ayudar a los blanquiazules para que los mismos obtuviesen dinero por su salida y de esperar una eternidad para que se oficializase su marcha, está de enhorabuena. El Brujas, que ha tenido que disputar la fase previa de la Champions contra el LASK Linz, se clasificó ayer para la máxima competición de clubes después de vencer por 2-1. En la ida, los belgas sacaron un gran resultado con una victoria por la mínima con la importancia que tiene no encajar fuera y, además, ser capaz de anotar.
Cierto es que el uruguayo solo jugó 24 minutos en la ida por su escaso tiempo de entrenamientos y adaptación en el Club Brujas, pero en la vuelta, ya con las órdenes de Philippe Clement asimiladas, fue titular y disputó los 90 minutos del encuentro siendo testigo directo de la clasificación de los belgas, que formarán parte del Bombo 3 junto a Lyon, Leverkusen, Salzburgo, Olympiakos, Valencia, Inter de Milán y Dinamo de Zagreb. Esta Champions, más que nunca, está muy Ricca.