@SuarezRMarca | José Luis Pérez Caminero no es amigo de los focos mediáticos. Recela y huye de ellos a partes iguales, a pesar de que su figura, como director deportivo, siempre estará en el objetivo. Prefiere trabajar en silencio, que sean otros los que den explicaciones, si bien en el Málaga nadie las da. Ni presidente -salvo en twitter-, ni consejeros (sic), ni director general -porque no lo hay-, ni entrenador -porque tampoco está cerrado-.
Es esa la principal preocupación ahora mismo de Caminero, la de cerrar la continuidad de Víctor Sánchez del Amo, quien finaliza su vinculación como malaguista este domingo. Han sido un par de reuniones las que se han producido entre ambas partes sin que de momento haya una decisión definitiva. Las garantías deportivas que exige el técnico no se le pueden garantizar ante la situación económica del club. De ahí que hayan comenzado a surgir nombres de candidatos, que no faltarán. Rubén Baraja, Julio Velázquez, Francisco o incluso José Luis Martí, que no continuará en el Deportivo. Hay más ofrecimientos.
Una vez que Caminero logre cerrar el tema del entrenador intentará junto a su equipo acelerar el tema de los jugadores. Pero aquí se topará con varios problemas, el más urgente el de dar salida a los que tienen salarios más altos. Y puede que mientras tanto se le escapen algunos objetivos asequibles porque todos los clubes de Segunda buscan lo mismo: bueno, bonito y barato.
En todo caso, el director deportivo intentará realizar su trabajo en silencio. No dio explicaciones al finalizar el mercado invernal y tampoco se ha atrevido a dar la cara para analizar públicamente la temporada, en la que el Málaga, y por tanto él también, no ha conseguido el objetivo para el que fue contratado.
