@RadioMarcaMLG || La historia del Málaga CF ha conocido muchos ídolos. La afición malaguista es muy acogedora, es por eso que es fácil ganarse el amor incondicional de una de las mejores hinchadas de España. Seguro que todos, o la inmensa mayoría de malaguistas, sonríen al escuchar el nombre de Darío Silva. El uruguayo formó junto a Dely Valdés una de la parejas de delanteros más recordadas en la historia de Martiricos. En el 13º aniversario de su marcha de La Rosaleda, el Club, a través de su Fundación, ha recibido la visita del atacante, que hizo un recorrido por el Estadio La Rosaleda culminado en el Museo del club donde fue obsequiado con una camiseta blanquiazul con su nombre y una insignia conmemorativa del 75 aniversario de La Rosaleda. El uruguayo estuvo acompañado en todo momento por su excompañero Basti, miembro del Área Social de la Fundación MCF, así como por una comitiva malaguista encabezada por los consejeros consultivos Francisco Martín Aguilar y Abdullah Ben Barek.
Darío abrió rápido su corazón a los recuerdos vividos en ese estadio: “Gonzalo De los Santos y toda esta gente gracias a mí están donde estuvieron, porque sé que lo van a ver y se van a acordar de mí, porque yo les voy a dar, porque es así mi vida… Gracias a mí ellos llegaron a ser lo que son (risas). Vivimos momentos increíbles, éramos un grupo muy grande sobre todo fuera del campo de juego. Esa amistad llevó a que hiciéramos cosas importantes. Sí, han dejado mucha huella, inculcaron unión a un grupo para sacar las cosas adelante”, comentaba el atacante que no dejó pasar la oportunidad de recordar su gol al Valladolid a los primeros siete segundos de partido: “El de 7 segundos me parece, porque todavía sigo en el libro Guinness de los records. Eusebio y mucha gente de Valladolid se acordarán, sacaron ellos y tuvimos que robar el balón para convertir el gol. Contento porque el míster decía que era un partido muy difícil y había que hacer un gol rápido, pero no sabía que iba a ser tan rápido”, afirmaba entre risas el delantero.
El uruguayo prosiguió hablando de Málaga: “Málaga es Málaga. Hoy si vengo creo que me pierdo, ha cambiado mucho para bien. Ha cambiado el estadio, las carreteras, lugares que uno conocía y es lindo ver que cada vez va evolucionando mucho más. Es un lugar muy acogedor, sobre todo para gente turista. La gente de Málaga te reconoce y todavía continúa sacándose fotos. Eso es muy grato para mí porque creo que he dejado una huella muy importante, sobre todo como ser humano”, comentó.
El momento más emotivo llegó cuando Darío mandó un mensaje a los aficionados blanquiazules: “Que disculpen por haberme ido al otro equipo. Que igual yo los sigo queriendo, el fútbol es así lamentablemente, uno tiene las puertas abiertas por todos lados y les tengo que agradecer a todos por los años que estuve o estuvimos aquí, no solo yo sino el grupo en sí que estuvo acá. Hay que seguir viniendo porque el fútbol a veces da revanchas y capaz de que con la venida mía les traiga suerte y se pelean cosas importantes. Un abrazo grande, los quiero mucho”, sentenció uno de los integrantes de la ‘Doble D’.
