@Danielnz97 || El Atlético Malagueño tiene ya un pie en Tercera División. Aunque aún con opciones, el equipo dirigido por Manolo Sanlúcar, cuando más muerto parece, vuelve a despertar. Este domingo venció, por lo simbólico, el partido más importante. El filial blanquiazul dio la mayor alegría, entre tanta penuria, a la afición malaguista. Volvió a ganar el derbi por antonomasia y, además, por goleada (3-0). Repitió, por tanto, lo que hizo en el Estadio Jesús Navas (2-3), donde consiguió el primer triunfo de la temporada, y se dio un festín frente al Sevilla Atlético, que llegaba a La Federación con una racha imperial y con la permanencia casi en el bolsillo. El 25% de los puntos totales, contra el máximo rival (6 de 24).
Es la primera vez, de las cuatro veces que han coincidido en una misma competición liguera (1993/1994, 2002/2003, 2006/2007 y 2018/2019), que el Atlético Malagueño le gana al filial sevillista tanto en el partido de ida como en el de vuelta. Por ese mismo motivo, la temporada de los blanquiazules no va a ser una más. No lo iba a ser aunque hubiese ocurrido lo contrario por haber regresado a la categoría de bronce del fútbol nacional tras más de una década relegados a la Tercera División, pero al menos ya hay un motivo de alegría para, en el futuro, echar la vista atrás al actual curso.
La promoción por la salvación, a más de la mitad (10) de los puntos que quedan (18)
El Recreativo Granada es el gran objetivo del Atlético Malagueño. Es el equipo que ocupa ese puesto que obliga a jugar una eliminatoria para lograr la permanencia. Las matemáticas dicen que el filial tiene que ganar cuatro partidos para tener alguna opción. Y restan seis. Lo que no cuentan los números es que tanto el segundo equipo rojiblanco como el resto de los involucrados (Villanovense y El Ejido 2012 -ahora mismo descendidos-; Don Benito, Sanluqueño y Jumilla -salvados pero en peligro-) van a conseguir sumar puntos. Por tanto, prácticamente tendría que ganar todo lo que queda para poder tener esperanzas reales. De esa forma, alcanzaría los 42, cifra con la que, de media, se suele lograr -o al menos optar a ella-.