@JuanjeFernandez || La involución del Málaga es algo palpable. El equipo de Martiricos ha ido perdiendo fuelle con el paso de las jornadas hasta ver peligrar el play-off situándose a tan solo dos puntos de Mallorca y Cádiz y a tres del Oviedo, actual octavo clasificado en LaLiga 1 2 3. Es innegable que el equipo ataca mucho peor que al comienzo del curso. El Málaga genera menos ocasiones y hace menos goles lo cual complica los partidos en exceso. Pero al problema ya consabido de la parcela ofensiva hay que añadir ahora las dificultades que está teniendo el equipo en defensa.
En las últimas jornadas el Málaga ha pasado de una racha de tres encuentros consecutivos sin encajar a que le metan cuatro goles en tres jornadas. Tantos encajados por errores defensivos que el equipo no tenía en la primera vuelta. Córdoba, Osasuna y Numancia no han tenido problemas para hacerle gol al equipo de Muñiz. El entrenador asturiano se marchó muy cabreado de Los Pajaritos en ese aspecto. Una situación nueva para un equipo que había sido de los que menos goles ha encajado en toda la temporada y que ahora tampoco consigue liderar esa estadística.
El problema no radica solo en los goles encajados. El Málaga ha comenzado a conceder muchas ocasiones que antes no ocurrían. Ante el Numancia, el equipo recibió tres disparos a los palos y tuvo serios problemas con el balón parado en muchos de los saques de esquina botados por el equipo de López Garai. Ante Osasuna los goles fueron otro fiel reflejo de la situación defensiva de los malacitanos. El gol del empate de los navarros, propiciado por un córner a favor de los malaguistas, fue motivo de análisis en el vestuario boquerón. Una situación que Muñiz, cuyo esquema se basa en el poder defensivo, quiere cortar de raíz cuanto antes.