El drama de la Segunda División B

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La Segunda B está en aprietos
La Segunda B arrancará el 18 de octubre

El gremio de futbolistas profesionales es mucho más amplio que las estrellas de Primera división. Más allá hay centenares de jugadores, especialmente en Segunda División B, que pueden vivir de ello sin ir especialmente holgados. Ahora, la crisis del coronavirus ha impactado de lleno en las economías de estos futbolistas que han visto como sus clubes llevaban a cabo Expedientes de Regulación Temporal de Empleo. Y para muestra, tres botones.

«Los futbolistas de Segunda B somos gente obrera del fútbol. No ganamos millones ni tenemos coches de lujo. Somos como cualquier trabajador normal», asegura Adrián León (Santander, 1989), jugador del Lleida Esportiu (quinto clasificado del Grupo III). «En Tercera compaginé el fútbol con los estudios y en mi primer año en Segunda División B, cuando cobraba tan solo 400 euros al mes, lo compaginé con un trabajo de monitor de ‘spinning’ en un gimnasio», añade este trotamundos del fútbol español.

El decreto del estado de alarma le pilló en Santander -el Lleida les había dado previamente días de fiesta a los jugadores- y no pudo regresar a la ciudad catalana para pasar el confinamiento y la semana pasada el futbolista santanderino hizo público cómo su casera le ‘perdonaba’ el alquiler de mayo, como ya había hecho con abril. El jugador del Lleida quiso agradecer públicamente el gesto de la propietaria de su piso, consciente de la difícil situación económica por la que están pasando estos meses muchos jugadores de Segunda B. «En mi caso tengo suerte, porque mi pareja sigue trabajando desde casa y, aunque los ingresos hayan disminuido, entre lo que sumamos los dos aún vivimos suficientemente tranquilos», explica Eloy Gila (Sabadell, 1988), jugador del Cornellà, que ahora mismo ocupa el cuarto lugar en el Grupo III.

«La situación general de los futbolistas de la categoría es bastante complicada, sobre todo para los jugadores de fuera que tienen que pagar alquileres. Algunos han pedido regresar a casa para pasar mejor este periodo económicamente», añade. También expone sus dificultades económicas Marc Rovirola (Cornellà de Terri, 1992), el jugador del Atlético Baleares , el líder del Grupo I de Segunda división B. «Vivo en Palma de Mallorca y aquí los alquileres son caros. El dinero que te da el ERTE es el que te dejas en el alquiler. Así que los gastos de comida y de la casa te hacen perder dinero”.

Rovirola asegura que, si hubiese tenido la oportunidad, hubiese regresado con su novia y con su perra a Cataluña para pasar el confinamiento allí. Pero, en el equipo balear, el ERTE llegó a finales de marzo, y entonces las posibilidades de desplazarse ya se habían reducido mucho. “Tenemos miedo por no saber cuándo volveremos a jugar, por no saber qué va a pasar con la temporada y por no saber qué pasará con nuestros contratos, los cuales en muchos casos acaban este 30 de junio», admite León, que vive con la incertidumbre de si podrá jugar con el Lleida en caso de que se decida acabar la temporada después de esa fecha.

«La AFE en este sentido no nos ha dado ninguna solución. Debería mirar más por el futbolista y no tanto por si se puede disputar la competición o no. Imagino que hay muchos jugadores que, por culpa de los ERTEs, ahora mismo estarán pasando muchos apuros», dice el central santanderino. 

Preocupación por sus contratos

A Gila el contrato con el Cornellà también se le acaba el próximo 30 de junio, pero es más optimista: «Yo todavía no me preocupo por esto porque están saliendo muchas noticias y aún no se ha decidido nada. Estoy tranquilo y preparado para lo que pueda pasar. Supongo que entre la Federación y los clubes se llegará a un acuerdo para solucionar este tipo de problemas». En cambio, los jugadores del Atlético Baleres no tienen complicaciones en este sentido, porque en sus contratos está estipulado que la temporada finaliza una vez disputado el último encuentro o una vez realizado el último entrenamiento. 

Condiciones para acabar el curso

Si se acaba jugando el resto de temporada, Rovirola considera que «las medidas sanitarias para Segunda B y Tercera tendrían que ser las mismas que para Primera y Segunda». Y añade: «veo muy complicado que volvamos a jugar esta temporada. Los ingresos que generamos nosotros no son los que generan los clubes de LaLiga». Más optimista es León, quien pregunta: «Si pueden jugar los cuatro primeros el ‘playoff express’, ¿por qué no podemos jugar los demás también?». Eso sí, «siempre tendría que ser con las medidas sanitarias oportunas», añade. Por su parte, a Gila le parecería bien que se disputaran las eliminatorias sino hay la opción de que se acaben las 10 jornadas de la liga regular que faltan. Pero ve muy complicado que puedan celebrarse, «porque son muchas las medidas sanitarias que deberían ponerse en práctica y, si ya les costará llevarlas a cabo a los equipos de Primera y Segunda, imagínate a nosotros».

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