@Danielnz97 || Parece que Juan Ramón López Muñiz no tiene un once tipo. Aunque hay algunos jugadores, con los números en la mano, que forman parte de la columna vertebral del Málaga CF y que repiten semana tras semana en la alineación, siempre que se acerca un partido del conjunto blanquiazul hay dudas en cuanto a más de un puesto, bien por circunstancias como lesiones o sanciones, bien por las sorpresas que suele dar muy a menudo el asturiano una hora antes de muchos de los encuentros. El técnico confía en prácticamente todos los futbolistas de su plantilla -salvo en Miguel Torres, que es el único, además de los porteros, que no ha debutado, junto al recién llegado Brezancic-, y eso le hace variar de plantel inicial en casi todas las jornadas.
Se puede quitar el 'casi' si se analiza lo que se ha disputado exclusivamente en 2019, que empezó de la peor dorma posible con aquella derrota contra el Reus (0-3) y que ha mejorado de forma notable con la racha de siete encuentros sin perder, aunque cuatro de ellos empates -y tres en La Rosaleda-. Ocho partidos en total en los que Muñiz ha optado por ocho alineaciones diferentes. Si bien es cierto que es más que evidente la influencia del mercado de invierno en este dato, ya que Morán y Alejo han sido titulares en tres partidos y, sin ir más lejos, Juanpi ya no está en el equipo, también lo es que el técnico gijonés ha tenido oportunidad de repetir una misma combinación anterior y no lo ha considerado conveniente.
Y ni siquiera se habla de repetir un mismo once de forma consecutiva. Para ello, hay que volver al 2018 y al partido contra el Cádiz del 14 de diciembre. En aquella ocasión, Muñiz optó por utilizar el de la victoria en Mallorca una semana antes; aquel que sí que parecía que podía ser el favorito -sin Luis Hernández aún- del entrenador malaguista. Y estaba caracterizado por los siguientes rasgos: Adrián jugaba siempre en el doble pivote con N'Diaye -como contra el Deportivo-; Keidi Bare era un chico que la mayoría de la afición aún no conocía; Juanpi seguía en Segunda División y todavía no había alumnos nuevos en el aula de Martiricos; Harper era casi indiscutible; Ontiveros se sentaba en los banquillos y de vez en cuando hasta tenía minutos; y Cifu era titular, muy por delante de Iván, e incluso marcaba goles que valían puntos.