@Carloshernando_ | Muñiz salió con un once repleto de jugadores jóvenes donde uno resaltaba del resto. Diego González, con tan solo un año en el vestuario malaguista, se enfundo el brazalete de capitán a pesar de Iturra, Juanpi o Juankar contaban con más veteranía sobre el verde de Marbella.
Todo el mundo recuerda las lágrimas del gaditano en la marcha a los vestuarios tras la derrota ante el Espanyol, una de tantas de ese camino tortuoso del club hacia Segunda División. El técnico asturiano confía en la calidad y en el crecimiento del jugador y por ello le brindó la oportunidad de ser capitán, una prueba más de la confianza ciega en el zaguero.
Durante el partido, al andaluz se le pudo ver cómo formó una buena pareja junto a Abqar, que fue otra de las sorpresas del partido gracias al desparpajo y a la salida de balón del marroquí, que tendrá más oportunidades si sigue en este nivel con Muñiz.
Las palabras de Ignasi Miquel sobre su futuro pueden provocar que Diego González asuma un papel todavía más protagonista en las filas blanquiazules, que continúa trabajando y reforzando el aspecto físico en una pretemporada marcada por trabajo y más trabajo.
