El fútbol vuelve, pero no en todas sus facetas. El de los más pequeños, el fútbol base, es el que más está sufriendo para reponerse de los efectos provocados por la pandemia del COVID-19. Es por ello que la radio que vive el deporte entrevistó a Juani Oñate, portavoz de fútbol base malagueño.
Con los escasos ingresos percibidos, la preocupación para solventar esta crisis y regresar a la normalidad se antoja complicada: “La preocupación es grande porque tenemos la incertidumbre de cómo va a arrancar las ligas sin dinero previsto y sin recurso. Tenemos equipos que tienen que viajar y que consumen gastos. Todos están preocupados por todo lo que conlleva arrancar de nuevo. Partimos de cero todos y es complicado”.
Hasta el momento no han recibido ninguna notificación más allá de la proporcionada por la Federación Malagueña de Fútbol: “No hemos recibido notificación. La Federación malagueña está en buena sintonía con nosotros, pero no depende de ellos, es de los de arriba. La predisposición de ellos es enorme y de querer colaborar, pero no hemos recibido información de que se nos va a ayudar”.
La nueva normalidad pasa por relajar las pretensiones económicas para la viabilidad de estas categorías: “Pedimos que tengamos un apoyo en las licencias, que sean gratuitas, y las ayudas con el tema de las multas del año pasado. Hay pendiente una reunión con la Federación con todos los presidentes para llegar a un acuerdo. Tienen buena predisposición de escucharnos y esperamos llegar a un acuerdo”.
“Tenemos 500 niños y cada ficha con los gastos que conlleva. Nos ponemos en la situación de muchas familias y sabemos lo difícil que es. Si antes teníamos dificultades con los gastos de las fichas, ahora es inviable en muchas familias”, finalizó Juani Oñate, que pide más soluciones por parte de las Federaciones competentes.
