@Danielnz97 || Agraciados y desgraciados; beneficiados y perjudicados. La llegada de Víctor Sánchez del Amo suponía cambios. Más o menos. Muchos o pocos. Importantes o superfluos. Pues uno de ellos, en el primer grupo de esta última pareja quizás, tiene a Luis Hernández como principal implicado. Y es que el central madrileño, desde que su paisano se hizo con el banquillo del Málaga CF, se ha visto relegado a ver los partidos sentados a pocos metros del técnico.
Ninguna oportunidad en los tres partidos de Sánchez del Amo al frente de los blanquiazules. La catapulta se oxida y Lombán, mientras, disfruta en el césped. El de Avilés, cuyo papel con Juan Ramón López Muñiz había sido, salvo en alguna que otra ocasión -y casi siempre fruto por la ausencia del propio Luis-, simbólico y testimonial. De hecho, el de Avilés ni siquiera llega al medio millar de minutos (470'). El defensor madrileño triplica al asturiano (1.711'), pero su bajo rendimiento en las últimas jornadas y las preferencias del nuevo preparador le dejan sin oportunidades. El lunes, día del partido contra el Oviedo (21:00 horas), L. Hernández cumplirá exactamente un mes desde su último encuentro, la derrota contra el Extremadura (1-2), que supuso el adiós de Muñiz aquel 13 de abril.
Ahora podría tener su primera oportunidad para ganarse la confianza de Víctor. La amarilla que vio David Lombán en el 37' del partido contra el Cádiz le deja sin opciones de jugar ante el Oviedo. Quinta amonestación y, por tanto, sanción de un encuentro. La vacante solo tiene tres posibles reemplazos. Y uno de ellos, en concreto, tiene muy pocas opciones. Miguel Torres, sin minutos durante toda la temporada, lo tiene complicado. Luis o Diego sustituirán, si no hay sorpresas, al ex del Eibar. El gaditano ha jugado dos de los tres envites en esta nueva etapa, pero en ambos casos en el lateral izquierdo y por la ausencia de Ricca. Además, se quedó fuera de la convocatoria frente al Alcorcón. En cambio, el jugador madrileño no ha sido tenido en cuenta, hasta ahora, por el entrenador. El lunes, la respuesta a una de las grandes incógnitas del once.
