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@SuarezRMarca | Allá por la década de los 90, en los rescoldos del siglo XX, el Málaga CF, recién llegado a la élite, llegó a ser conocido como el Real Madrid B, una sucursal madridista en toda regla. Tal era así por la cantidad de jugadores criados en la cantera blanca que acabaron buscando en La Rosaleda el hogar futbolístico donde desarrollar su carrera.
El más mediático en vestir ambas camisetas, siempre hablando en Primera división, fue Sandro, el tinerfeño de Las Galletas que despuntó en el Madrid de Valdano y que destapó el tarro de las esencias a orillas del Mediterráneo. Aún hoy se sigue echando de menos al menudo mediapunta. Esa misma temporada 99/00 también coincidieron otros ex madridistas como Fernando Sanz, Contreras y Rojas. Tras ellos, fueron llegando con mayor o menor fortuna -en orden cronológico- Ismael, Tote, Fernando, Valdo, Baptista, Van Nistelrooy, Saviola, Miguel Torres, Juankar y esta temporada Diego Llorente. En esta categoría también está incluído Isco Alarcón, el único que hizo el viaje desde la capital de la Costa del Sol a la capital de España.
Otros futbolistas históricos como Valcarce, Movilla, Gerardo, Edgar, Agostinho, Manu Sánchez o Canabal también defendieron ambos escudos, si bien no llegaron a debutar con el primer equipo del Real Madrid.
Y más lejos en el tiempo habría que remontarse al extinto CD Málaga para encontrar también ese peculiar trasvase de jugadores con Juanito como hombre más destacado, junto a los Paco Pineda, Salguero, Jaro o Velázquez, entre otros.
Sandro